Las vibrisas le sirven a tu perro como aviso inmediato de que algo está cerca de la cara evitando chocarse con paredes u otros objetos. Vibrisas. Ese es el nombre técnico que tienen los bigotes de tu perro: son esos pelos más rígidos de lo normal que entran más profundamente en la piel y que en su base hay una alta concentración de células sensibles al tacto.
No necesita estar en contacto físico con una superficie para saber que está ahí, ya que son tan sensibles que detectan leves cambios en las corrientes de aire: cuando tu perro se acerca a un obstáculo, parte del aire desplazado rebota debido al movimiento, haciendo que las vibrisas se muevan ligeramente dándole información al perro.
Además, las vibrisas están relacionadas con la localización de objetos y su reconocimiento. Tu perro usa sus bigotes parecido a cómo utiliza un ciego su bastón:
- Cuando el perro se aproxima a un objeto, los músculos que controlan las vibrisas las dirigen hacia delante.
- Después vibran ligeramente mientras el perro las mueve a través de la superficie a explorar. Con esto recoge información sobre la forma y textura del objeto.
Como tu perro no puede enfocar bien su vista con objetos tan de cerca y su hocico le bloquea la visión, la información que obtiene usando las vibrisas le ayudan a localizar, identificar y coger objetos pequeños con su boca.
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