Este lugar era (y aún hoy) conocido originalmente como El Bufadero. Hacia mediados del siglo XIX una vecina, María Jiménez Ravelo, abrió una casa de comidas en la zona, que por aquél entonces contaba con muy pocas casas. Con los años la gente comenzó a decir “vamos pa’ Casa María Jiménez”, quedándose con el tiempo reducido a “vamos pa’ María Jiménez”.