En el post que escribí hace unos meses sobre este conflicto algunos controladores explicaron de forma razonable su visión del problema. Algún otro simplemente se rió de nosotros... Está claro que generalizar no es correcto ni justo; parece normal que dentro de este colectivo, como en cualquier otro, habrá personas razonables que defiendan sus derechos con actos dentro de la legalidad, con respeto y responsabilidad. Pero también está claro que a estas horas un puñado de facinerosos ha conseguido paralizar el transporte aéreo en un país completo en un día punta (por cierto, de que lo hayan conseguido alguien también tendrá que ser responsable...).
En este momento se acaba de anunciar por la tele la militarización del servicio. Por definición estoy en contra de cualquier militarización, porque generalmente éstas responden a la imposición de una minoría belicosa sobre otra mayoría pacífica. En este caso, he de reconocer que ocurrirá justo al contrario: la mayoría pacífica impondrá la fuerza de la ley, aunque sea por la fuerza de las armas, a una minoría que, por la fuerza, ha secuestrado a un país entero. Veremos qué sienten esos señores al tener que realizar su trabajo bajo exigencia militar.
Espero que toda la fuerza de la ley caiga sobre estos personajillos avariciosos y oscuros. Espero que se vean obligados a responder de sus actos no sólo laboralmente, no sólo penalmente, sino haciendo frente con sus, sin duda amplios, patrimonios a una pequeña parte de los daños económicos que están provocando a la sociedad.
Con la que está cayendo y que tengamos que vernos en éstas... qué vergüenza...
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