Sabrina, de algún modo extraño, me representa todas esas cosas de los 90 que a priori no me gustaban, pero hoy me generan nostalgia. Siguiendo con esta línea autorreferencial (que abandonaré en el próximo párrafo) vale aclarar que me gustaba, me encantaba Sabrina. Sobre todo sus primeras cuatro temporadas cuando mantenía cierta estructura básica que de buenas a primeras se cambió. La cuestión es que Sabrina no sólo era una serie, sino en buena parte un espejo de lo que era la cultura pop (por la música, no por popular) del momento. Por ella pasaron a modo de invitados Britney Spears, Avril Lavigne,Backstreet Boys, Savage Garden, ‘N Sync, Aaron Carter, Violent Femmes, Ashanti Douglas, Hanson, etc. Con Britney, de hecho, la protagonista de la serie, Melissa Joan Hart, tenía una amistad de muchos años y justamente por eso se la vio en el video Crazy, más un papel protagónico en la película Drive me Crazy. Sabrina era, entonces, parte integrante de toda una cultura televisiva norteamericana que se extendió desde 1996 hasta 2003. Y, a pesar del plástico que la rodeaba, fue un gran programa de TV.
Mitosis es…
La serie se estrenó en septiembre de 1996. Tomaba la idea de una serie de comics de Archie que años antes había tenido su serie animada a cargo de Filmation. Su primer año de publicación fue 1962 y ya en 1999 tendría su segunda adaptación a dibujos animados, pero esta vez producida por DIC, y con diseños mucho más aggiornados.
En la serie de TV que nos convoca, Sabrina cumplía 16 años y además de comenzar las clases en una nueva escuela, recibía una revelación por parte de sus tías, Hilda y Zelda: era una bruja, al igual que casi toda su familia. Sus tías y padre también lo eran y a ese marco se sumaba que el gato de la casa, Salem, era también un brujo castigado por… haberse parecido demasiado a Fidel Castro? Bueno, hay flashbacks que lo sostienen.
El elenco de personajes adultos lo irían completando con el correr de los capítulos el subdirector Kraft, el cazabrujas Brad, el Sinodal y su profesora la señora Quick . Ya en la quinta temporada fue cuando empezaron con los cambios fuertes. Por empezar Sabrina fue a la universidad, cambió de novio, amigos y su familia pasó a un segundo plano hasta dejar de aparecer por completo. Entraron en escena, entonces, sus tres amigos de piso Morgan, Miles y Roxie y su nuevo nocio Josh. Salem sí volvió con algunas apariciones pero la dinámica del programa había cambiado por completo. Más tarde Sabrina tendría una relación con Aaron pero lo llamativo (y novedoso para los que abandonaron la serie antes de su final) es que en el último capítulo Sabrina y Aaron estaban por casarse hasta que apareció Harvey y ella se decidió escapar con él. Algún tipo de justicia poética para una serie que había perdido mucho de su espíritu inicial.
Sabrina quizás no haya innovado en demasiados aspectos, pero fue una serie que logró captar la atención de muchos chicos de esa segunda mitad de los 90 y también de algunos espectadores más grandes que encontraron en ella una sitcom con algunos atisbos de humor que la separaban de lo que habitualmente se veía en las pantallas infantiles.
Sin dudas uno de los grandes hallazgos del programa fue el personaje de Salem, por lejos el más irónico de todos y quien imprimía al programa una dosis de cinismo y humor negro que a veces era el contrapunto perfecto a la moralina de otros personajes. Las tías también eran dos grandes personajes, bien construidos y entrañables, principalmente por los líos absurdos en los que se veían envueltas, principalmente en el caso de Hilda.
Y las apariciones estelares no se limitaron a bandas pop del momento, sino que dos humoristas muy famosos de EEUU y con un estilo muy partícular de leer la realidad también tuvieron su participación más o menos amplia. Fueron el dúo cómico Penn and Teller, quienes hicieron su debut en la serie durante la primera temporada, en el episodio en que Jenny descubría el mundo mágico y era juzgada por un consejo de brujos. Penn era el presidente del tribunal y volvería en varias oportunidades por tener además una aventura pasada con la tía Hilda. Teller, en cambio, aparecería por única vez en este capítulo, en el que interpretaba a un habitante del limbo.
Sabrina apareció con parte del trabajo hecho: con una actriz que ya era reconocida entre los chicos de la época y una historia que oscilaba entre las problemáticas habituales de los adolescentes, la magia como condimento especial y personajes caricaturescos y bien elaborados sobre todo en el primer tramo de su transmisión. Lentamente se fue posicionando en un tono mucho más costumbrista, la magia quedó algo relegada al menos como eje problemático hasta ir convirtiéndose en un programa mucho menos distintivo. Pero nos queda el buen recuerdo de las primeras temporadas donde, al margen de presentar un ámbito a veces demasiado fashion supo tener, como quien dice, lo mejor de cada mundo. Mágico y muggle.
Título original: Sabrina, the teenage witch
País: EEUU
Año de emisión: 1996-2003
Cadenas: ABC
Creador: Nell Lovell
Número de temporadas: 7
Cantidad de episodios: 163