El piloto automático se dispara cuando una acción la conocemos de memoria y actuamos sin plena conciencia de los pasos que estamos dando para llegar al resultado esperado, sino por la inercia misma de los acontecimientos lo hacemos y ya.
Automatizar, fijar una forma constante y repetitiva de hacer las cosas nunca genera un beneficio mayor que buscar nuevas alternativas al planteo que nos aqueja.
Hace falta verlo, observarlo, darse cuenta, para divisar un cambio posible.
Sino, todo sigue con su regularidad periódica y nada logra hacer efecto.
¿No pensás caer? ¿Te gusta que sea a la fuerza o preferís reaccionar, sacar el automático, y ver qué te pasa? Te pasa, nos pasa, el mundo es como lo observás, y si en algo nos ayuda el otro es a salirnos de un criterio único.
Sacá el automático. Cambiá.