Si alguna comida es realmente agradecida esa es la pasta. Si la pasta es buena, mejor aún y si la salsa que escogemos para aderezarla es una de nuestras preferidas no hay quien se resista a comerla.
Hoy decido versionar la famosa salsa pesto cambiando dos ingredientes. En lugar de piñones pondré pistachos. Cambiaré el zumo de limón por zumo de lima, más aromático.
Los sacchettini los compré en un súper que nos gusta mucho a todos, jajaja, en este caso están rellenos de champiñones y trufa que casan muy bien con el pesto versionado.
Me he decidido por llamar a esta pasta Italia porque después de emplatar me di cuenta, máquina en mano y calibrado el enfoque, que tenía delante de mis ojos los colores de la bandera italiana. Aproveché esa casualidad y de ahí el título. Y sin más, paso a contaros la recetilla, que más que fácil es facilísima.
- Un puñado de pistachos naturales (mejor sin piel).- Un manojo de albahaca fresca.- Un diente de ajo (sin la hebra central).- Parmesano rallado o en polvo.- Aceite de oliva (he añadido algo de aceite de girasol para aligerar la acidez y que no quede muy potente).- Zumo de lima.- Pimienta negra recién molida.- Sal.
Elaboración:
Bate los pistachos, el ajo, el aceite de oliva (más aceite de girasol), el queso parmesano rallado, la albahaca y el zumo de lima. Sazona con sal y pimienta recién molida. Controla el espesor usando los ingredientes líquidos, debe quedar como una salsa, no como una crema. Comprueba la sal.
Cuece la pasta tres minutos en agua salada, hirviendo (sigue las indicaciones del fabricante). Escurre, riega con un hilo de aceite de oliva, mezcla y adereza con el pesto.
Sirve enseguida ¡y disfrútala!