Lógico que el actor haya decidido dar puerta a un proyecto que la banda de música quería llevar a la gran pantalla en un tono familiar, con una clasificación PG (menores de 10 años acompañados por un adulto), transformando la vida de Freddie Mercury en una bonita historia navideña. Sacha Baron Cohen pretendía que el biopic del cantante adoptara un carácter más realista y adulto, enmarcado en la categoría R (menores de 17 años acompañados). Sin embargo, los miembros del grupo no han querido que la imagen de su líder escandalice demasiado, aunque la tendencia bisexual del artista antes de fallecer por una bronconeumonía agravada por el VIH era ampliamente conocida, a pesar de la reticencia del gran Mercury a conceder entrevistas y a hablar de su vida privada.
Deadline informa de que Baron Cohen ya había encargado la redacción del guión a Peter Morgan (Más Allá de la Vida, The Queen, El Desafío - Frost contra Nixon) e iba a desarrollar el proyecto con directores como David Fincher (La Red Social) o Tom Hooper (El Discurso del Rey), pero las desavenencias entre el actor y la banda hicieron imposible continuar con las negociaciones.
Una pena que no vayamos a ver al protagonista de El Dictador en un rol con tantas posibilidades para él y tan desconocido para nosotros.