Josie no tiene idea de cuál podría ser el acuerdo de este loco y caliente chico, pero es una buena apuesta que su llegada signifique que la nueva vida que ella empezó después de salir de casa está a punto de ser arrojado a una Olímpica-batidora que la convertirá en puré. O Josie está enloqueciendo o una pesadilla directamente salida de un antiguo mito está yendo tras ella.
Pero podría ser la improbable atracción latente entre ella y los dorados ojos, y ocultos secretos de Seth lo que pueda llegar a ser lo más peligroso de todo.
Porque la historia una vez más se ha vuelto a repetir.
El Destino tiene otros planes.
La violencia está escalando y la guerra entre las razas parece inevitable, y no podría venir en tiempo peor. Hyperion quizás esté fuera de servicio, pero Josie y Seth saben que solo se han ganado un respiro. Seth debe preparar a Josie, lo que significa controlar sus habilidades recién encontradas y necesitan encontrar a otros semidioses antes que los Titanes lo hagan. Pero los Dioses están sintiendo una amenaza aún mayor.
Solo una cosa es más peligrosa que un montón de hambrientos Titanes y eso es un Apollyon fuera de control. El éter en Josie está arrastrando a lo profundo a SEth y cuando la lujuria se mezcla con amor y da poder, él sabe que estar cerca de ella no solo es peligroso para ella, pero para todos alrededor de ellos, pero dejarla ir requiere un nivel de desinterés que no es el estilo de Seth.
Los caminos tomados en el paso se convierten en senderos del futuro.
Justo cuando el caos se desata, rostros familiares del pasado retornan, complicando la ya tensa unión entre Josie y SEth, y cuando el peligro de los Titanes erupciona con devastadoras consecuencias, el oscuro atractivo de poder llama a Seth otra vez, pero esta vez Josie no sea capaz de sacarlo de ahí.
Y cuando la lucha entre poder y amor se vuelve el campo de batalla más mortal, quizás no haya salvación.