Estábamos ante los bellos templos de Badami, diversos, construidos de una arenisca veteada que nos enamoró. Sobre todo, nos sobrecogió la soledad, y pensamos en los viajeros del siglo XIX. A lo lejos se oía el ruido de los cláxones, como si de una manifestación se tratase, pero aquel ruido, por lejano, nos permitía disfrutar aún más, si cabe, de un conmovedor silencio y de una luz dorada. Tuve conciencia de la sublimidad, y entonces me di cuenta de que el milagro que nos transporta desde el polvo y la contaminación a la belleza se había vuelto a producir.
Sagradas areriscas: los tempos de Badami (Sur de la India)
Publicado el 25 agosto 2015 por FranciscogarciajuradoEstábamos ante los bellos templos de Badami, diversos, construidos de una arenisca veteada que nos enamoró. Sobre todo, nos sobrecogió la soledad, y pensamos en los viajeros del siglo XIX. A lo lejos se oía el ruido de los cláxones, como si de una manifestación se tratase, pero aquel ruido, por lejano, nos permitía disfrutar aún más, si cabe, de un conmovedor silencio y de una luz dorada. Tuve conciencia de la sublimidad, y entonces me di cuenta de que el milagro que nos transporta desde el polvo y la contaminación a la belleza se había vuelto a producir.