Si te embarcas en un viaje por el Algarve portugués como nosotros, llegar a Sagres (Portugal) y al Cabo de San Vicente será la culminación de tu viaje. Llegar hasta el punto más suroccidental de la Península Ibérica y disfrutar de la costa portuguesa no es una posibilidad, sino una obligación.
Hace un par de meses que volvimos de recorrer el Algarve y Portugal. Empezamos en nuestra querida Sevilla natal y pasamos por las principales ciudades y atractivos turísticos (Vila Real de Santo Antonio, Tavira, Faro, Lagos, Albufeira) hasta llegar al Cabo de San Vicente.
🏖 Aquí os dejamos más de 100 actividades con descuentos en el Algarve para disfrutar del sur de Portugal
También puedes buscar alojamiento con descuento en Booking o Airbnb y beneficiarte por ser lector de interrailero.com
Para nosotros, fue el punto final perfecto al viaje. Se notaba que había muchos menos turistas que en el resto de sitios que paramos y la sensación de amplitud y tranquilidad que vivimos fue estupenda. Así que os recomendamos que lleguéis hasta Sagres y el Cabo de San Vicente sin dudarlo.
Sagres
Para llegar a Sagres lo debes hacer a través de la N-125, la carretera gratuita que conecta las principales localidades del sur de Portugal y que llega hasta Vila do Bispo. Allí puedes conectar con la N-268 (también gratuita) que te deja en el punto final. Desde Lagos hasta Sagres hay menos de 35 kilómetros así que tampoco está excesivamente lejos.
Sagres es, en sí mismo, un pueblo bastante tranquilo y alejado del transiego de Albufeira o Portimão. Tiene menos de 2.000 habitantes y es conocida por ser la localidad donde vivió el Enrique el Navegante, uno de los exponentes portugueses más destacados de la Época de los Descubrimientos.
Una vez que cruces toda la localidad llegas hasta la Fortaleza de Sagres, una construcción que data del siglo XVI, época en la que se levantó para hacer las veces de edificio defensivo. Lo cierto es que tras el Terremoto de 1755 (que también afectó a importantes zonas de Lisboa), quedó en un estado bastante ruinoso. No sería ya hasta la década de 1960-1970 cuando se realizarían reformas de calado que le dieron el aspecto actual.
Dentro de la fortificación se encuentra instalado el Museo de los Descubrimientos Portugueses, un museo interactivo centrado en los descubrimientos de Portugal. La fortaleza está abierta de mayo a septiembre de 09:30 a 20:00 y de 09:30 a 17:30 en invierno. La entrada cuesta 3 euros.
En 2018 fue el monumento más visitado del Algarve y de la zona sur de Portugal, aunque no hace falta que entréis. Solo con visitarlo por fuera os podéis hacer una idea bastante completa.
Si por algo nos llamó la atención, al margen de la propia fortaleza, fue por las impresionantes vistas que había del Océano Atlántico y de los promontorios rocosos, con las olas continuamente chocando con las rocas. Bastante relajante.
La Costa Vicentina
Al margen del atractivo indiscutible de la Fortaleza de Sagres y de sus vistas, la Costa Vicentina es un auténtico paraíso para los amantes de la playa y del surf. La cercana Praia do Tonel es una de las más bonitas de todas las que vimos.
Incluso en pleno invierno nos encontramos con un montón de jóvenes con palas de surf probando las olas, que por cierto eran impresionantes. El oleaje es bastante importante, pero incluso si no la visitas en temporada alta – como nosotros – no dudéis en bajar a mojarte los pies.
La otra gran playa de la Costa Vicentina cercana a Sagres es la Praia do Beliche situada justo al lado de la fortaleza del mismo nombre. Es también muy escarpada, bastante accesible y con mucho oleaje. Eso sí, es también espectacular.
El Cabo de San Vicente
Y sin rogarnos demasiado, llegamos hasta el punto más suroccidental de toda la Península Ibérica, el famoso Cabo de San Vicente. Para llegar desde Sagres tienes que coger la N-268 y son apenas 8 kilómetros, por lo que no deberías tardar demasiado.
Destaca por su precioso Faro de color rojo, y sobre todo os recomendamos os quedéis para la puesta del sol, una de las mejores que hemos visto en todos los años que llevamos viajando. La entrada es completamente gratuita, y hay una pequeña cafetería y alguna que otra tienda de souvenirs.
También se pueden observar las olas chocando con los acantilados rocosos y, por que, no imaginarse que estás en el fin del mundo. O al menos eso creíamos hace 500 años.
Sagres, el Cabo de San Vicente y la Costa Vicentina
Espero que nuestro repaso por Sagres, el Cabo de San Vicente y la Costa Vicentina os anime a hacerle una visita, a un destino que no solo tenemos muy cerca pero que en algunas ocasiones parece estar un poco olvidado. ¡Hasta la próxima!
La entrada Sagres (Portugal) y el Cabo de San Vicente: guía básica (2020) se publicó primero en Interrailero.