En la N-120, que conduce a Burgos, Sahagún, en los límites de la provincia de Palencia, entre los ríos Cea y Valderaduey, conserva el recuerdo de la magnífica abadía benedictina de San Benito de Sahagún, la más próspera e influyente durante los siglos XI al XV. Esta abadía cluniacense, que regía más de cien monasterios benedictinos desde el Cantábrico hasta Segovia, propulsó el cambio litúrgico del rito mozárabe al romano tras someter los respectivos breviarios al juicio de Dios.
En acto solemne presidido por el rey Alfonso VI, el abad arrojó al fuego los dos breviarios (mozárabe y romano) para conocer la opinión del Altísimo. Este, cuyos designios parece que son inescrutables de oficio, se inclinó a favor del mozárabe, pero Alfonso VI devolvió a la hoguera del libro que había resultado solamente chamuscado. O sea, que finalmente se adoptó el rito romano. Este es el origen del dicho: “Allá van leyes donde quieren reyes”.
La ciudad de Sahagún./Christian González
El origen de Sahagún, ubicada a a 67 kilómetros de la capital leonesa, se encuentra en un pequeño santuario erigido a orillas del Cea para dar sepultura a los mártires Facundo y Primitivo, legionarios romanos convertidos al cristianismo. Para distinguirla de otras iglesias levantadas en los contornos bajo la adveración de los mismos, se la llamó Domnos Sanctos, pero con el paso de los siglos prevaleció el nombre de san Facundo que, por asimilación de las formas sanct Facund, san Fagunt, Safagun, etcétera, se convirtió en Sahagún.
Gracias al papa Clemente VI, en el año 1347 le fue concedido a Sahagún el poseer su propia universidad, en la cual, bajo el canónigo Benedicto XIII, en 1403 se podían cursar estudios de Teología, Derecho Canónico y Artes Liberales. En 1808, durante la Guerra de la Independencia, tuvo lugar en las cercanías de la villa la batalla de Sahagún, que enfrentó a la caballería británica y la francesa, con victoria final para los primeros. Ya en el siglo XX, Sahagún se convirtió, tras Eibar (País Vasco), en la segunda ciudad española que proclamó la Segunda República el 14 de abril de 1931.
Arco de San Benito./Zarateman
En Sahagún, cuna del románico mudéjar, el viajero debe callejear sin rumbo entre las casas de entramado de madera, revocas de barro y grandes iglesias de ladrillo. La población, etapa en la ruta jacobea, conserva numerosos lugares de interés surgidos al amparo del Camino. Conserva los restos del monasterio de San Tirso (siglo XII, planta basilical, tres naves), de San Lorenzo, de la Trinidad y de la Peregrina, de estilo mudéjar, que albergó fervientes comunidades religiosas que hicieron de la villa un importante centro cultural.
El viajero se asombrará, sin lugar a dudas, ante la inmensa torre que se levanta de la iglesia de San Lorenzo, que tiene aire de zigurat babilónico: maciza, pesada y troncopiramidal por abajo, pero por arriba ligera y ventanera en sus tres cuerpos sucesivos, que otean los trigales del campo desde sus airosas arquerías. De obligada visita y contemplación. En el convento de Santa Cruz hay un interesante museo en el que se puede admirar una bañera romana de mármol, la custodia de Juan de Arfe (siglo XVI) y la Virgen de la Peregrina, de la famosa tallista sevillana Luisa Roldán, la Roldana.
Iglesia de la Peregrina./Rubén Ojeda
De Sahagún era originario Pedro Ponce de León, un pedagogo, logopeda y monje benedictino del siglo XVI considerado como el primer educador de sordos conocido y documentado en el mundo. Fue hijo de Juan Ponce de León, el conquistador español descubridor de Florida e intrépido expedicionario que buscaba encontrar allí las aguas de la eterna juventud. También se convirtió en el primer gobernador de Puerto Rico.
Aunque el viajero ande por tierras españolas de enorme pasado y recuerdos, no le iría mal cruzar el charco hasta San Rafael del Yuma (Punta Cana), en la República Dominicana, si desea conocer más a fondo la historia y andanzas de Juan Ponce de León. Allí se ubica su Museo Casa-Fuerte, dedicado a la vida del conquistador y sus campañas de colonización en el este de la isla. Ponce de León habitó esta casa-fortaleza junto a su esposa Leonor y sus tres hijas hasta 1508, año en que se trasladó a Puerto Rico. Para ello, se pueden aprovechar los viajes económicos a la República Dominicana.
Dónde dormir: La Codorniz; Arco, s/n; 24320 Sahagún (León); teléfono: 987780276; info@hostallacodorniz.com.
Dónde comer: Taberna de Miguel; Plaza Mayor; Sahagún (León); teléfono: 987780154.