Sainkho
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Qué día feliz,
la niebla se disipó temprano.
Me puse a trabajar en el jardín.
Colibríes quietos sobre la madreselva.
Nada sobre la tierra que yo quisiese tener,
nadie sobre la tierra que yo pudiese envidiar.
Había olvidado todo lo que sufrí,
no tenia ya verguenza del hombre que fui.
No me dolía el cuerpo.
Al enderezarme, vi el mar azul y las velas.
Czeslaw Milos, 1998.