Por fin hemos tenido ocasión de pasarnos por Saiti, el restaurante de Vicente Patiño, pero no una, sino, dos veces. Creo que esto ya dice bastante de la impresión que nos ha causado.
Lo habíamos intentado en un par de ocasiones, pero decidir ir a última hora tiene su riesgo, y es que esté completo, sobre todo si es fin de semana.
A la tercera fue la vencida, esta vez reservamos con suficiente antelación, queríamos asegurarnos que comeríamos allí.
Saiti es el nombre que los íberos dieron a Xàtiva, la ciudad donde nació Vicente Patiño, y ahora se ha convertido en el nombre de su restaurante.
El restaurante es cálido y acogedor, no demasiado grande, con pocas mesas, sin manteles, decorado con maderas y bancos tapizados. En la zona donde nos ubicaron la primera vez, una pequeña biblioteca culinaria enmarcaba ese espacio, libros de reconocidos nombres en el mundo de la cocina, también con revistas y manuales gastronómicos.
Viéndolo así, podía ser, perfectamente, la gran sala de estar o el comedor de la casa de un apasionado de la cocina. Seguro que Vicente Patiño la pensó así, informal, práctica pero agradable y cálida.
Tras pasar por Sal de Mar en Denia, y ya en Valencia, por Óleo y La Embajada, éste es su local, con sello propio y donde hacer las cosas a su manera.
En cuanto al tipo de cocina, ofrece una cocina de mercado con carácter muy valenciano, pero moderno, con otro punto de vista. Materia prima bien elegida e incorporación de algún ingrediente en sus platos que muestra una ligera influencia de otras cocinas.
En la carta no falta uno de sus clásicos, la Ensaladilla Rusa, que no hemos probado en ninguna de nuestras dos visitas, pero su éxito debe ser merecido por que fue la protagonista de las mesas de alrededor que pedían a la carta.
Llama la atención como este aperitivo de toda la vida ha conquistado las cartas de muchos gastrobares y restaurantes, y a juzgar por su éxito, parece que ha aterrizado en ellas para quedarse. Plato clásico, sencillo y sin misterios, a pesar de ello, no en todos los locales consiguen aprobar esta asignatura. A ver si en mi próxima vez, pruebo la de Patiño.
En cuanto a la carta de vinos, bastante completa, y con unas sugerencias que nos hicieron dudar la elección del que nos acompañaría durante la comida ¿Riesling o Pouilly-Fumé? Esta fue nuestra duda la primera vez.
Finalmente, elegimos La Doucette, un Pouilly-Fumé que nos trajo muy buenos recuerdos de la visita, que hace ya algún año, realizamos a la zona.
En nuestra segunda visita apostamos por un vino de Mallorca, un tinto de Ánima Negra, Àn /2, el cuál fue para mí una grata sorpresa.
Además de la carta, ofrece tres menús degustación. En las dos ocasiones que hemos comido en Saiti nos hemos decantado por uno de ellos formado por cuatro entradas, un plato principal a elegir entre pescado y arroz y postre.
El vino, unos encurtidos a modo de aperitivo y comenzaron a salir los platos:
Berenjena Asada, Queso y Salazón
Guisantes con Berberechos
Callos de Bacalao con Garbanzos
La cuarta entrada, en nuestra primera visita fue un All i Pebre con Garrofón
Y en nuestra segunda visita una Presa en salazón con helado de mayonesa de curry
Como plato principal podíamos elegir entre una Corvina sobre Crema de Patatas y Perejil a la mantequilla negra
O un Arroz Meloso de Pescado con Ajos Tiernos y Coliflor ... ¡Difícil elección!
Y el momento dulce estuvo a cargo de un postre de Chocolate, café y helado de leche de cabra.
Saiti
C/ Reina Doña Germana, 4
Valencia
Teléfono: 960 05 41 24
¡Hasta pronto!