Sal Meijer, el “Rafael” de los gatos

Por Nazarinasociacion

Gato bebiendo

Salomon “Sal” Meijer (Ámsterdam, 6 de diciembre de 1877 – Blaricum, 1 de febrero de 1965) fue un pintor holandés conocido sobre todo por sus cuadros de gatos y vistas de la ciudad de Ámsterdam. Creció en el seno de una familia judía de diamantistas después de que acabara el gran auge de los diamantes. A los 13 años debió ayudar a su familia y empezó a trabajar como “ajustador”, el ayudante del tallador. Además, ganaba algún dinero extra en otros trabajos para pagar las clases de dibujo a las que asistió a partir de 1898. En esa época, el mundo del diamante pasaba por un mal momento, y el creciente desempleo y ganas de dibujar le empujaron a centrarse cada vez más en el arte. A partir de 1914 se dedicó totalmente a la pintura. Su primera exposición individual fue en 1926.

Gato en cama

En 1930 se casó con Liesje Giehl, que no era judía. La boda no fue bien vista por su familia, y se mudó con su esposa, sus seis gatos y su caballete a Blaricum, donde había una floreciente comunidad de artistas. No pudo exponer sus obras durante la ocupación alemana de Holanda mientras duró la II Guerra Mundial, pero se salvó de ser deportado a un campo de concentración por estar casado con una gentil.

Gato teléfono

Era un hombre modesto que nunca se refirió a sí mismo como un “artista”, sino como un “artesano”, llamaba a sus obras “cuadritos” (schilderstukjes en holandés) y si hablaba de su arte con alguien, lo describía como “oficio”. Quizá por eso tardó en ser apreciado y reconocido, y tuvo que aceptar diversos trabajos para sobrevivir hasta 1957, año en que Kasper Niehuis publicó un artículo sobre él donde le describía como “el Rafael de los gatos”. Esa frase fue usada posteriormente para titular un libro acerca del pintor. Irónicamente, cuando falleció en 1965, la galería Mokum exhibió sus obras y la misma noche de la inauguración se vendió más de la mitad de los cuadros expuestos.

Gato en silla

Los gatos de Sal Meijer son sencillos, callejeros, y suelen mirar de frente al pintor que los retrató tal como son, sin más. Son los gatos con los que nos cruzamos en la calle, los gatos de cada día. Las obras de Sal Meijer están expuestas en el Joods Historisch Museum y en el Kattenkabinet  de Amsterdam (ver entrada relacionada), entre otros lugares.