Casas malditas, cuevas donde el mismísimo diablo impartía catedra, fachadas con conchas que esconden tesoros. La plaza mayor y la catedral: una delicia para mis alas que encontraron confortable cobijo y alimento en la ciudad plateresca.
Mestizaje cristiano y árabe, gótico y mudéjar renaciendo en un estilo único en el mundo. El plateresco de las diversas fachadas inunda los espacios con frutas, coronas y escudos.
Ya lo dijo Unamuno:
"Salamanca, Salamanca,
renaciente maravilla
académica palanca
de mi visión de Castilla"Hoy Salamanca es sinómino de Universidad y de saber, pero también de disfrutar.