Salamanca está llena de sorpresas

Por Enodius @enodius_es

Salamanca es una de las ciudades del Renacimiento más espectaculares de Europa y entre sus joyas arquitectónicas encontramos su universidad. La universidad más antigua de España y una de las cuatro más antiguas de Europa tras la de Bolonia, Oxford y Paris.

La universidad de Salamanca empezó a a andar en el siglo XIII pero su elemento más destacado no data hasta tres siglos más tarde cuando se convirtió en un referente nacional, la fachada plateresca del edificio de Escuelas Mayores. Mucha gente se acerca a este edificio por la curiosidad de descubrir que secretos puede encontrar en ella.

En dicha fachada podemos encontrar tallados un sinfín de escudos, sillares y frontones y escenas de los reyes de la época se van repitiendo a lo largo de la fachada. Pero, los turistas se quedan absortos delante de la fachada buscando un pequeño elemento que se ha convertido en uno de los símbolos más emblemáticos de la universidad, una rana.

Según se cuenta, la rana está escondida para que sus estudiantes la encontraran y así poder aprobar los exámenes de la universidad. De no hallar la rana, no podrían doctorarse. Hoy en día, ya no son sólo los estudiantes quien buscan la rana sino, cualquier turista que pasa por delante de la universidad se queda un buen rato buscándola para tener suerte en la vida. Le daremos una pista de su localización por si usted pasa por delante de esta universidad, la rana se encuentra encima de una calavera. ;) Ahora sólo debes tener paciencia y empezar a buscar entre los cientos de esculturas y escudos que la acompañan.

Pero no es la única escultura que llama la atención en Salamanca, porque los salmantinos se ve que la han cogido el gusto a esto de esconder curiosas esculturas entre sus edificios. En la Catedral Nueva de Salamanca podremos descubrir otra curiosa figura tallada en sus piedras. Concretamente en su puerta de Ramos (la norte), si nos fijamos bien en este edificio gótico entre sus piedras podemos observar a un astronauta flotando. Un elemento curioso si consideramos que la catedral se acabó de construir en 1733, pero no fue una visión del futuro sino que Jerónimo García restauró dicha fachada en 1993 y decidió incorporar un elemento contemporáneo en su restauración. Esas no son las únicas curiosidades que podemos encontrar pero si las más significativas, si quieres seguir indagando en la misma fachada de la catedral también podrás encontrar otras esculturas curiosas como un dragón comiendo un helado de tres bolas.

Así que si vas a visitar Salamanca recuerda en fijarte en todos los detalles, seguro que encontrarás más gazapos entre sus edificios.