Cada vez tiene menos sentido hablar de salario medio, porque la brecha entre los que cobran más y los que cobran menos se ensancha año tras año. Sería más apropiado utilizar la mediana en lugar de la media para dar un reflejo más realista de la distribución de la renta, pero las autoridades siguen empeñadas en darnos cifras como la renta media o el salario medio.
El número de asalariados surcoreanos que ganan más de 100 millones de won ($96.200) al año y los que ganan menos de 30 millones de won al año no ha parado de aumentar en los últimos 4 años. Según la Financial Supervisory Service y la National Tax Service, en el 2012 en Corea habían 415.000 personas asalariadas (2,6% de la población activa) que ganaron más de 100 millones de won al año, lo que supone un aumento de más del doble con respecto a las cifras del 2008, cuando eran 194.000 personas (1,4%).
Al mismo tiempo, el número de personas asalariadas que percibieron menos de 30 millones de won también se duplicó pasando del 2% en 2008 al 4,1% en 2012.
El diario coreano Chosun Ilbo analizó las cuentas anuales de 702 multinacionales coreanas y encontró que los 95.000 trabajadores de Samsung Electronics cobraron de media 102 millones de won el año pasado. Los 4.192 trabajadores de SK Telecom cobraron de media 105 millones de won, Hyundai y Kia que emplean a 63.000 y 33.000 trabajadores respectivamente retribuyeron con un salario medio de 94 millones de won.
Sin embargo, la discriminación salarial entre los hombres y mujeres coreanas sigue siendo una de las más altas del mundo. Los hombres que trabajan en las 20 primeras multinacionales coreanas ganan 1,5 veces más que sus colegas mujeres. El salario medio de esas empresas fue de 86 millones de won para hombres y 58 millones de won para las mujeres.
Daewoon International es la empresa con mayor disparidad salarial por género con 2,1 veces, seguida por Daewoon Shipbuilding con 1,8 veces. Hyundai Motor y Kia Motor están por debajo de la media con 1,3 veces. Mientras que, SK Networks fue excluida del análisis porque fue imposible distinguir los salarios por género, un ejemplo a seguir.