"Soy cristiano creyente y me han educado en la idea de que ser gay es una elección, por eso en el 2002 traté de hacer los "correcto" y me casé con una mujer. Traté de ir en contra de mi propia naturaleza y fue una decisión completamente errónea, inútil y muy dolorosa" afirmó Fleck al medio.
Además, este político de treinta y nueve años, aprovechó para advertir del peligro y la ineficacia de las "terapias de curación de la homosexualidad", admitiendo que conoce a muchos cristianos que han tratado de "curarse" a través de estos métodos, pero que realmente cree que nadie lo ha logrado, ya que según dice, la homosexualidad es algo natural, y por culpa de la presión de los prejuicioes sociales, a veces, es difícil de aceptar.