La sal no necesita presentación, ya que todos la conocemos. Eso sí, en los últimos tiempos hemos pasado de distinguir entre sal gorda y sal fina, a tener ante nosotros un auténtico mundo nuevo para sazonar. ¿Conocéis las sales gourmet? Salidas de los rincones más extraños del mundo, del mar, de las profundidades, de las rocas… ofrecen a los platos un sabor y una textura distintos. ¿Queréis descubrir algo más sobre ellas?
No hace falta que seáis unos “selmelliers” (como se conoce a los somelieres de la sal) para empezar a diferenciar los sabores de la diferentes sales. Aquí os dejamos algunos ejemplos, de sales que podréis encontrar nuestra la Tienda Cocinista.
Sal Maldon
Es quizá una de las más conocidas entre los grandes chefs. Proviene de Inglaterra, de Essex, y es un producto totalmente artesanal. Tiene forma de escama y suele espolvorearse sobre los platos unos segundos antes de que sean servidos. Dota a las recetas de una textura crujiente y se puede usar en pulpo a la gallega, ensaladas, verduras a la parrilla…
Diamantes de sal
Hay algunas sales que son tan valiosas que en su propio nombre indican su valor. Este es el caso de los diamantes de sal, que provienen de depósitos subterráneos, que se forman por las sequías de lagos y mares interiores. Para su formación han tenido que pasar millones de años. Son 100% cristal de roca natural. Proceden del Himalaya, de cerca de las minas de sal de Khewra en el Cachemira pakistaní. Además, a veces, se pueden encontrar con variaciones como los diamantes de sal a la trufa, producto que ha sido aromatizado con posterioridad con trufa blanca italiana (ideal para pescados y carpaccios).
Flor de sal
Dicen de ella que es néctar de las salinas. Se forma en la superficie de las cuencas de arcilla tras la evaporación del agua. Es fundamental el papel de viento y del sol. Es muy pura. Proviene de las salinas de Ifaty, en la isla de Madagascar.
Sal azul de Persia
Desde el Próximo Oriente nos llega la siguiente sal, la sal azul de Persia. Se llama así porque está compuesta por pequeños cristales de color azul intenso. Estos contienen silvinita. Proviene de las minas de Semman, en Irán.
Sal negra
Sí, existe una sal negra. ¿De dónde sale? Se recoge en Hawai y es tratada por la mano del hombre con lava negra, que son los que termina por darle ese color oscuro. Además de sazonar el plato, le dará un aspecto único. Es utilizada espolvoreada sobre pescados blancos.
Sal ahumada de los Salish
De América del Norte, de las tribus indias de los estados de Washington y Montana, nos llega la sal ahumada de los Salish. Es sal marina ahumada sobre la madera de un aliso rojo. La sal, crujiente, mantiene el sabor de la madera quemada y tiene también un color oscuro. Se puede utilizar en pescado o carne asada.
Sal vikinga
Los vikingos ya la usaban, sin embargo el tiempo se encargó de dejar esta receta olvidada. No obstante, para satisfacción general de todos, los noruegos la han recuperado y la utilizan para dar un sabor ahumado a sus platos. No es una sal en sí misma, sino una combinación de sal, curry, cebolla y pimienta negra, que marida muy bien con pescados, quesos y tortillas.
Sal espejo de Bolivia
Para acabar, viajemos hasta Bolivia. Allí encontramos la sal espejo. Se obtiene del Lago Uyuni, el mayor lago salado del mundo, situado a más de 3.600 metros de altitud. Su particularidad es que es tan rica en minerales que sus escamas reflejan la luz como un espejo.