El objetivo era fotografiar algunos invertebrados in situ, e intentar visualizar alguna especie interesante, aunque no se cumplieron todos... pero fue una salida provechosa y con grandes resultados.
Volvimos a constatar el gran nivel de conservación de la misma y la biodiversidad que existe en la cueva, todo gracias a la fabulosa familia Bullón (recordemos que en 2013 el G.E.V. concedió un Premio ESPELEO a dicha familia por la Conservación de la Cueva de la Pileta).