Como era de esperar, recibimos la mañana con un auténtico picoteo antes del plato protagonista, nos pusimos como los quicos: jamón serrano, ensalada, tabla de patés, cacahuetes, almendras, pastelitos salados, quesos, pan...casi nos comemos hasta la mesa. Cuando apareció la paella seguro que estaréis pensando que ya no teníamos hambre, pero no fue así, siempre hay sitio para una buena paella, sobretodo si está hecha a leña y con romero, todo un manjar para el olfato y el gusto. Aquí os la presentamos:
Y como colofón, unas riquísimas lionesas de la pastelería Cuenca de Sagunto (Valencia), rellenas de nata y chocolate.
Disfrutamos de las lionesas y un "relaxing cup of café con leche".
Después de la comida, para rematar el día, nos echamos un bañito en la piscina, llegamos a casa con la cara como David Meca.
Una gozada de domingo, recomendable para todo tipo de estómagos. Y vosotros, ¿cómo pasasteis el domingo?