Salir de la crisis (por patas)

Publicado el 04 noviembre 2013 por Carmentxu

Definitivamente, hemos salido de la crisis. Se ha acabado la vida errante, cuando abandonamos nuestro hogar porque ya no podíamos pagar la hipoteca ni el alquiler y nos liamos la manta a la cabeza para acabar en un circo de malabaristas con destino a fin de mes. Y no lo digo yo, que no tengo pruebas empíricas, ni conozco la fórmula de la ecuación utilizada, ni poseo conocimientos suficientes para conocer el fondo de la cuestión. Lo dicen los que más saben de esto, los que nos adentraron en estas aguas pantanosas que nos ahogan y cuyo hedor empezamos a percibir cuando ya fue demasiado tarde, cuando nuestro mundo ya saltaba en pedazos. Entonces nos dijeron que lo anterior, el estado del bienestar que habíamos empezado a intuir, había sido un espejismo, que lo vivido no era real, que lo real era esto: el circo y sus payasos.

El Roto, ayer en El País

Ahora lo real es que hemos salido de la crisis. Y esta salida está siendo tan contundente y rápida, que empiezo a tener la ligera sospecha de que, de tan fulgurante que es, nos hemos pasado de rosca y hemos vuelto a una nueva recesión: la historia económica, como la política, es cíclica, así que aquí estamos: de vuelta a la recesión después de una acelerada recuperación. Hay que estar atentos a las pantallas para conocer los cambios de tendencia. Si no fuera por ellas, parecería que seguimos igual. Pero no. Albricias! La recuperación se ha producido. Lo dice la tele. Lo que no añade es que ha pasado como el cometa Halley, a miles de kilómetros, apenas un exhalación en el firmamento negro e infinito, seguida de una estela de polvo cósmico que lo ha dejado todo perdido. Solo quienes siempre están en lo más alto han podido verlo y hacer negocio.

Dejando entre paréntesis, o corchetes, esta teoría (la primera que se me ocurre para explicar el torpedeo de declaraciones eufóricas de políticos y banqueros), resulta indecente pretender que a base de cacareos repetitivos pretendan convencernos de que se ha obrado el milagro y de que quien lo niega es un cenizo, un antisistema y un radical izquierdoso y, lo que es peor, un separatista. Y si no les salen las cuentas al parado, al pensionista, al enfermo, al desahuciado, al inmigrante y al de aquí de toda la vida, al alumno, a sus padres que no llegan a final de mes o al trabajador precario, que tampoco, es que no saben sumar. Dos más dos son cinco. O lo que diga el Gran Hermano. Como decía, hay que estar atentos a las pantallas para conocer los nuevos resultados, como en la liga de fútbol. A los chinos, los rusos y a los fondos de inversión estadounidenses así se lo enseñaron y suman muy bien. De ahí que estén aprovechando la recuperación y sus polvos cósmicos.