Este blog es anónimo.Quienes lo leen desde hace algún tiempo quizá intuyen mi profesión y el lugar donde vivo, pero no he sido directa aportando datos. Por un lado, porque para escribir lo que escribo no me parece muy relevante. Y sobre todo, porque me resulta más fácil escribir lo que pienso si nadie me conoce, siempre he sigo bastante reservada. Aunque a veces pienso que si me lee alguna amiga por casualidad, cosa que dudo por otro lado, puede reconocerme por lo que cuento. En realidad eso tampoco me importaría demasiado. Sí me importaría por ejemplo que me reconociese gente cercana pero con la que no tengo tanta confianza, como podría ser algún compañero/a de trabajo.Total, que aunque Amalia me dijo que tenía que salir del armario, aquí sigo bien metidita. Y esta reflexión viene a que precisamente ella es la única mamá bloguera que conozco, resulta que vive a 800 km de distancia de mí, ¡y casi nos cruzamos el domingo en San Sebastian! Casualidades de la vida. ¡Hemos estado los mismos días en los mismos sitios! No nos hemos encontrado de milagro.De haber sido así, nos habríamos reconocido ( qué bueno!)Pero si esto hubiese ocurrido hace un mes, podíamos haber pasado una al lado de la otra, o haber estado comiedo en mesas contiguas en algún restaurante, y no saber quiénes éramos…Y entonces me ha dado por pensar que hay mucha gente a la que he conocido por este medio y con la que me comunico habitualmente, y quien sabe cuando nos cruzaremos y no nos veremos…O si no nos hemos cruzado ya en algún sitio sin saberlo, que como veis la vida está llena de casualidades insospechadas.