Si eres anti-bodas como mi cocinillas puedes pasar el texto hasta la siguiente línea granate jajaja
La verdad es que ha sido agotador, pero a la vez divertidísimo. Al principio no teníamos muy claro con qué les podíamos ayudar, así que mi compi y yo, ingeniosas y creativas hasta la médula y más allá, nos dedicamos a bombardear a la novia con nuestro "chirimiri de ideas" para todo. Y tantas ideas le dimos que al final acertamos con una: el regalo para los invitados. Nos sentamos una tarde a tomar un café con lápiz en mano y conseguimos el primer boceto... aunque, ahora que lo recuerdo, no se parecía mucho al resultado final jaja la verdad es que ha sido un cúmulo de ideas que íbamos uniendo cada día y el diseño final no lo conseguimos hasta una semana antes de la boda. El regalo era un CD con una selección de la música que iba a sonar durante la boda, os aseguro que era lo ideal para esta pareja.
Me quitó bastantes horas de sueño por que la ocurrencia apareció con el tiempo justo, pero las carcajadas que nos pegamos mientras lo escribíamos y el resultado tan divertido, mereció mucho la pena. Y ni os cuento la cara de la novia cuando se vio en la portada de la revista ¡BODA! como Kate Middleton cogida del brazo del príncipe Guillermo con la cara de su novio jajajaja.
Y llegó la última semana, ya habíamos terminado con todo, o eso pensaba yo... La novia no había encontrado nada para ponerse en el recogido, quería algo sencillo, lo justo para darle un toque al peinado... Así que con unos retales de su vestido y tras unos cuantos vídeos de youtube le hice un par de florecillas que quedaron la más de monas.
Y a partir de aquí ya dejo la boda y hablo de la receta jajaja
Pues con este rico plato mi cocinillas me sorprendió cuando volví de la boda. Al entrar en casa me vino el olor a salmón a la plancha y yo, que no me gusta nada ese pescado preparado así, casi me doy la vuelta jaja. Y menos mal que no lo hice por que, cuando lo comimos, nos supo a poco.
La salsa con el queso de untar suaviza muchísimo el sabor del pescado y os aseguro que, si hubiera sobrado salsa ¡me la habría comido a cucharadas! Hacía tiempo que no comía una salsa tan rica y a la vez tan sencilla de preparar.
Ingredientes (para 2 personas)
- 2 rodajas de salmón fresco grandecitas, de unos 200 gr. cada una
- 1/2 tarrina de queso de untar (en nuestro caso philadelphia light)
- 100 ml. aprox. de nata líquida
- 1 cebolla
- 2 patatas medianas
- 1/2 vaso de jerez
- 1 diente de ajo
- Mantequilla
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva
Corta la cebolla y el ajo en rodajas finas y póchalos en una sartén a fuego medio con un poco de aceite. Cuando empiecen a estar un poco dorados retira la sartén del fuego, escurre la cebolla y el ajo para que no queden aceitosos y resérvalos en un plato.
Pela y corta las patatas en rodajas finas, de 0,5 a 1 centímetro y fríelas en la sartén con un poco de mantequilla, dándoles la vuelta para marcarlas por los dos lados.
Volvemos a coger la bandeja del salmón. Coloca la salsa encima de cada rodaja y las patatas a los lados.
Mételo en el horno durante 15 minutos y luego unos 3 - 5 minutos en la opción de gratinar para darle un poco de color a la salsa.
Servir enseguida y a disfrutar!!