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Uno de los imputados es el ya entonces Responsable de Seguridad de "La Caixa" y ex alto cargo del Ministerio de Interior, Miguel Ángel Fernández Rancaño. La Fiscalía Anticorrupción investiga "una red corrupta para amañar contratos públicos con conexiones en el Ministerio de Interior" (en época de Alfredo Pérez Rubalcaba).
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¿Por qué hablamos de una "patata caliente"? Porque el caso tiene todos los ingredientes para acabar convirtiéndose en un escándalo y, según apuntaban algunos medios, parece que, tal y como hizo la juez instructora, el sustituto de Elpidio Silva en el caso Blesa también se lo intentó quitar de encima como bien pudo, dando finalmente por archivado el caso.
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Aunque, por desgracia, nuestro país se esté acostumbrando forzosamente a las tramas de corrupción (en las que los contratos amañados, falsedad documental y el tráfico de influencias son habituales), el alto nivel de los implicados (viéndose incluso afectado el Ministerio del Interior), el supuesto espionaje a la sede del PP y la "llamada guerra de policías" que envuelve el caso "Interligare" son matices que hacen de éste un caso un tanto especial.
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¿En qué podría afectar todo esto a CaixaBank?
En primer lugar, Miguel Ángel Fernández Rancaño resulta ser uno de los dos ex altos cargos mencionados en la noticia anterior, estando imputado por el caso. Actualmente es el Responsable de Seguridad de "La Caixa" y fue también, mientras ostentaba su cargo en la entidad catalana, consejero de la empresa Interligare,
Además, según se rebela en CuartoPoder, entre los contratos de extraña justificación que se firmaron, aparece uno de "La Caixa", del que la periodista Mayka Paniagua publica lo siguiente:
"Un buen ejemplo de esta actuación fue el proyecto CELINT que pretendía dar apoyo a la seguridad de La Caixa, que entonces dirigía Fernández Rancaño, nombrado consejero de Interligare el 28 de noviembre de 2008, sólo 17 días antes de la firma del proyecto cuyo precio fue modificado entonces de 900.301 euros a 1.150.000."
"¿Qué es lo que debía hacer Interligare? Según consta en el contrato, seguir en fuentes abiertas la imagen de la Caixa, sus directivos, así como un análisis de sus competidores para lograr un sistema de inteligencia que le permitiera alcanzar una ventaja competitiva basada en el concepto de superioridad informativa."¿A qué nos referimos con lo de extraña justificación? Pues que, según parece, varios contratos no eran finalizados o, cuanto menos, hay dudas en cuanto a la posible prestación del servicio.
"Significativo fue el contrato suscrito con Repsol de 300.000 euros por 32 diapositivas."
"Ahí está también el del Banco Popular por 48.000 euros por un informe que no daba solución al problema planteado."
"Sucedió, por ejemplo, con el proyecto de la Unidad Central de Información que en un principio rechazó el propio responsable de la base de datos antiterrorista de la Policía porque, según afirmó, de todo el proyecto sólo le era útil la herramienta de análisis. Sin embargo, se abonaron unos 800.000 euros por el mismo"
Y parece que el de "La Caixa" no fue la excepción puesto que, según indica la periodista, el contrato fue resuelto por el propio Miguel Ángel Fernández Rancaño (tras un primer pago) esgrimiendo una serie de motivos entre los que se encontraba que Interligare no estaba al corriente de pago con la Seguridad Social (uno de los requisitos del contrato con "La Caixa").
"El 3 de marzo de 2010 la empresa reclamó parte del pago y es el propio Rancaño quien, mediante un escrito, pone en conocimiento de Interligare la existencia de multitud de errores esenciales y defectos graves de funcionabilidad del programa, retrasos en la resolución de problemas e incidencias y falta de acreditación del pago de las cuotas de seguridad social de sus trabajadores, a pesar de haber abonado, durante 2009, el primer pago. Rancaño daba por resuelto el contrato."
Si ya resulta curioso que el Sr. Fernández Rancaño resuelva el contrato como apoderado de "La Caixa" con la empresa de la que era consejero, no lo es menos que uno de los motivos que esgrima sea la falta de pago de las cuotas de la Seguridad Social de sus trabajadores cuando, ya en fecha de la firma del contrato con "La Caixa", era consejero y, por lo tanto, debía ser conocedor de ello.
"En su duplicidad de cargos conocía que la empresa tenía deudas con la Seguridad Social”, certifican los agentes."
El tiempo dirá en qué queda la investigación y hasta qué punto se cuestionan los pagos realizados a Interligare por diferentes empresas, así como si puede acabar o no salpicando al grupo financiero catalán. Cabe destacar, sin embargo, que éste no es el único caso relacionado indirectamente con el grupo "La Caixa" en el que se aluden servicios de inteligencia y los responsables de los organismos o empresas que los prestan terminan finalmente imputados en causas penales. ¿Recuerdan lo publicado en el post "Mortadelo y Filemón, el CESICAT y "La Caixa"?
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"Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá."
Horacio