Salsa de tomates y ajos asados

Por La Cuchara Azul Asu/ana Chamorro

Este año nos hemos adelantado en la tarea de hacer salsa de tomate casera. Normalmente, aunque se puede hacer en cualquier momento, nosotras hacemos acopio de salsa de tomate en pleno verano. Es el mejor momento para el tomate, cuando más rico es y más barato lo encontramos en los mercados. Sin embargo esta semana ya nos hemos encontrado tomates de rama con un color y un olor maravilloso. Y además con un precio estupendo. Así que hemos aprovechado para hacer un poco, y más adelante haremos más. Que no nos falte salsa!!!

Y para probar, esta vez hemos querido utilizar otra técnica, asar los tomates en el horno. El resultado es más que satisfactorio. En el horno no manchamos caso nada, ya sabéis lo que salpica el tomate cuando se está haciendo, y no tenemos que estar pendientes de si se nos pega o no.  Además nos apetecía hacerlo más completo, con alguna hortaliza más, y hemos usado cebolla y unos ajos. El sabor a ajo asado le da un toque espectacular!!! Vamos, que creo que ésta va ha ser nuestra receta básica de salsa de tomate desde ahora.

Pues ya sabéis, este año no hay excusas para hacer salsa de tomate casera, el horno no da trabajo, así que vamos a por la receta!!!

Salsa de tomates y ajos asados

Preparación: 1h 30′
  Raciones:
⥯  Dificultad: baja

Ingredientes

  • 3 kg de tomates maduros
  • 1 cebolla grande
  • 1 cabeza de ajos
  • 1 trozo de pimiento rojo
  • 1 latita de concentrado de tomate (opocional) unos 140 gr
  • aceite de oliva
  • 1 cucharada vinagre de módena
  • 1 cucharada azúcar
  • sal
  • pimienta negra molida

Receta

Lo primero que tenemos que hacer es encender el horno a 230ºC. Esta receta trabajo, lo que es trabajo, nos va a llevar muy poco.

Lavamos los tomates y el trozo de pimiento y los ponemos en la bandeja del horno. Ahora pelamos la cebolla y la cortamos por la mitad, a la bandeja!! Por último cortamos la cabeza de ajos, por la mitad también, pero sin pelarlos, así tal cual. Ponemos cada mitad boca abajo para que no se quemen.

Una vez tenemos toda la verdura en la bandeja del horno ponemos un chorrito de aceite de oliva y con una brocha lo repartimos bien por todas partes. Ahora bandeja al horno durante 1h. Iremos dandole la vuelta a la cebolla de vez en cuando para que no se nos queme, y si la vemos peligrar la tapamos con papel aluminio. Nosotras no lo necesitamos.

Cuando lleve un rato el tomate empezará a soltar jugo, a nosotras llegó un momento en que casi rebosa de la bandeja, con una cucharón retiramos el exceso a un bol. No lo tiramos por si lo necesitáramos al final. Pasada la hora sacamos la bandeja del horno y dejamos que enfríe.

Cuando haya enfriado será el momento de quitarle la piel a los tomates y a los ajos, saldrá muy facilmente. Ponemos los tomates en una olla, apartado parte de su jugo, y trituramos. En este momento veremos si la textura es la que queremos, añadiremós más jugo si es demasiado espesa.

Solo nos falta una cosa, y es “aliñar” la salsa y quitarle la acidez. Encendemos el fuego para que se vaya calentando y añadimos el concentrado de tomate, el vinagre de módena, el azúcar, una pizca generosa de pimienta negra, sal al gusto y un chorrito de aceite de oliva, como unas 3 cucharadas más o menos. Removemos todo y dejamos que hierva unos 15′ para que se disuelva todo bien.

Probamos por si hay que añadir algo más. Y listo!! Ahora tenemos una salsa deliciosa para acompañar pasta, una pizza, un sofrito, carne, pescado…

Notas:

Por supuesto que en La Cuchara Azul tambíen hacemos la salsa de tomate frito tradicional,  si queréis podéis ver como se hace y elegir la que más os apetezca.

Ya sabéis, la cantidad de azúcar, sal, vinagre, pimienta…es orientativa, depende de como sean los tomates y de vuestros gustos. Id poquito a poco y añadiendo para rectificar.

Añadir el concentrado de tomate es totalmente opcional. A nosotras nos gusta porque aporta un sabor más intenso a la salsa y mucho color. Se suele encontrar fácilmente en los supermercados.

En vez de quitarle la piel a los tomates tambien podemos triturarlo todo junto y después pasarlo por el chino. Así además también eliminaremos las semillas y el resultado será una salsa más fina. A nosotras nos gusta encontrarnos con una salsa más gorda así que preferimos hacerlo como os contamos.

Habíamos visto algunas publicaciones de otros blogs sobre este tema. Nos gustaron especialmente la salsa de Miriam, El invitado de invierno, y la de Cristina, de Kanela y Limón. Así que de ahí sacamos la nuestra. Os recomendamos que les echéis un vistazo a sus blogs porque son una maravilla.

El cuchillo que veis en las fotos es coretesia de Claudia & Julia, tiene un aire a los de toda la vida que nos encanta, y corta que da gusto.


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