En las últimas noches, si obviamos el ruido mundano (cosa muy sencilla para nosotros), podemos oír sus cantos, y no sólo eso, sino distinguir su especie por ellos. Esta noche hemos conocido a dos de estas especies habituales en nuestros campos:
En este vídeo, cuyo sonido es real, podemos ver individuos de dos especies: Tettigonia viridissima y Ruspolia nitidula. Sin duda, lo más fascinante de estos insectos es su canto. Se produce por un proceso llamado "estridulación" que implica el frotamiento de una parte del cuerpo (la "lima", "raspa" o "hilera") sobre otra parte (el "raspador"). La lima está provista de una serie de dientecillos que por turno tropiezan con el raspador y producen vibraciones; se puede imitar el efecto pasando un peine por el borde de una cartulina. El raspador está siempre en el ala, pero la lima puede estar sobre la pata (saltamontes) o el el ala opuesta (grillos). En la familia que nos ocupa. la lima se encuentra en el ala izquierda, la cual se coloca por encima del ala derecha. En el vídeo se puede ver como frotan sus alas una sobre otra.
La primera de estas especies, Tettigonia viridissima, tiene un canto semejante al sonido de una máquina de coser que se mantiene durante largos periodos, con breves pausas entre ellos. La segunda, Ruspolia nitidula , produce un sonido similar a un afilador de cuchillos.