Me quedan ya pocas horas en Santiago de Chile. Una vez más , satisfecho con la misión comercial organizada por la Cámara de Comercio de Mallorca .
La conclusión que me llevo es que podemos estar en el inicio de la inversión de los flujos migratorios tanto de las personas como de las economías. El mundo bastante desarrollado del conocimiento migrando hacia el mundo poco desarrollado de las materias primas . En Palma conozco un chileno que reflexionando con su mujer se preguntaba que habían venido a hacer en España cuando las oportunidades ya pasaron de largo hace bastante tiempo.
Los países emergentes siempre han sido emergentes . Normalmente, la principal causa para que las empresas y los inversores consideren una pérdida de tiempo entrar en estos mercados es la corrupción, que muchas veces deriva de un Gobierno débil o corrupto él mismo.
Pero qué puede ocurrir cuando un país emergente como Chile o Brasil entienden que deben generar un clima de confianza para atraer inversiones y encima lo práctican con un relativo éxito ? Puede ser que hayan todavía muchos obstáculos , pero no un campo de minas como puede ser Venezuela .
En Chile se palpa el futuro con tan sólo darse una vuelta por el barrio de Providencia, no recordaba haber visto tantas tiendas de juguetes = niños , y los cargos intermedios con los que tuve ocasión de reunirme no superan los 30 – 35 años de edad. Algo que contrasta con el suicidio demográfico de España.
Así que mientras la zona Euro se tambalea , hay otras apuestas disponibles. Salta el charco.