Saltar sin despeinarse

Publicado el 17 febrero 2015 por Miyu Clementine @amy_blue

Música

Hace unos meses cuando salía de fiesta era una borde, era muy agresiva con los desconocidos, y realmente ahora lo pienso y no entiendo muy bien porqué; es decir, qué cojones? Por qué era yo así? Dígamelo, doctor, dígamelo! El caso es que de un tiempo a ésta parte, soy más amable, más risueña, casi optimista; no es porque lo sienta así, es porque aunque por dentro me esté cagando en tu puta madre, he decidido que no puedo ser así nunca más, así que ahí estoy yo, fingiendo ser lo que tú quieres que sea, y si tú quieres que sea una chica alegre y optimista, pues seré alegre y optimista, y no es que sea falsa, es que simplemente creo que a veces hay que adaptarse al entorno. Destacar está bien, a veces; otras veces, es mejor pasar desapercibido (la mayoría de ellas es mejor). Creo que en ocasiones está bien ser lo que los demás quieren que seas, al fin y al cabo, no te ganarás problemas, ni la gente te odiará y querrá tu cabeza en un palo de madera (??); pero hay que saber controlarlo, no te pases y todo IRÁ BIEN.

Antes era una persona que se enfadaba mucho más. En caliente era capaz de soltar auténticas burradas (que muchas veces ni siquiera las sentía en serio, es sólo que estaba enfadada), pero la verdad es que actualmente me tomo la vida con mucha más calma (sí, porque si no, al final me hubiese dado una úlcera o algo así). Antes siempre me metía en discusiones absurdas que al final, no nos llevaban a ningún lado. Ahora estoy zen (?) no sé realmente si ésto es mejor o peor, pero creo que dejarse llevar por nuestros primeros impulsos no está bien, no es sano, y no deberíamos exponernos tanto a las personas, porque no jodamos, yo cuando me enfadaba tantísimo no era yo, era como una “imagen distorsionada” de mí, y eso, no soy yo, lo tengo claro. Una cosa es ser sincera; la otra es ser desagradable. Pasé de no decir NADA a soltar la primera burrada que se me pasaba por la cabeza y quedarme tan ancha, y hay que encontrar un punto medio (que creo, lo he encontrado ahora).

He recibido tantos insultos a lo largo del tiempo que ni siquiera los recuerdo, pero he aprendido que si tú saltas los obstáculos sin despeinarte, nadie prestará atención a los zapatos que llevas puestos: Porque has saltado bien las vallas, y a fin de cuentas: A quién le importa si la has saltado con botas o con tacones de aguja? A nadie, creo. THAT’S HOW I ROLL!!!!