La última locura fue saltar en la tirolina urbana más larga de Europa, que se encuentra a menos de una hora de casa, en pleno Toledo. Me acompañaba en la aventura María Orgaz y lo hubiéramos hecho mucho antes, pero encontrar un día en el que libráramos las dos y en el que los señores de la tirolina tuvieran huecos libres era... complicado.
Como yo era la primera, tuve que correr de nuevo al punto de inicio, con casco y arnés y todo (fotografías a parejitas incluidas) para darle la gopro a María y que ella también pudiera llevárselo grabado. Cuando ella hizo su salto, fuimos al coche a por nuestras cosas, lo dejamos donde estaba y subimos a Toledo (digo subimos porque es todo cuestas) para dar una vueltecita y comernos nuestros bocatas.
Visitamos la catedral y, en el punto de información turística, nos indicaron los museos gratuitos. Nos decantamos por el del ejército, donde el alcázar, y allá que nos fuimos. Nos metimos sin querer en la biblioteca (bonitas vistas desde la cafetería) y luego al museo, que en su parte "no de pago" no tenía demasiado (juguetes sobre el ejército, vehículos, alguna espada y ruinas dentro del edificio). Después paseamos por los jardines y rodeamos el alcázar para volver al coche dando una vuelta (y de camino tomarnos nuestra comida), tras lo cual volvimos a Madrid con muy buen sabor de boca por nuestra visita.---------------------------------------------------------------------------------