Salud mental: NO seas ignorante

Por Titiroca

Hoy es 10 de Octubre, día mundial de la salud mental. Y aunque cada vez se hace más visible, sigue estigmatizada y llena de tabúes por la ignorancia hacia este tema.

La salud mental es tan importante como la salud física. Y a pesar de que todos conocemos la famosa cita de Men sana in corpore sano, parece que el mensaje no termina de calar cuando se sigue usando la expresión de " loco " como algo despectivo, se juzga a quien va al psicólogo y se señala a quien tiene un tratamiento prescrito por un psiquiatra.

La salud mental no solo se trata de estar sano mentalmente, sin ningún trastorno o enfermedad, si no también tiene que ver con las emociones y el comportamiento frente a la vida. Esto es, determina cómo manejar el estrés, la manera de relacionarnos con otras personas, cómo afrontamos las situaciones adversas y la toma de decisiones importantes.
Y es fundamental durante todas las etapas de la vida, desde la niñez y hasta la edad adulta.

Cuando somos padres, tratamos de enseñarles a nuestros hijos a aprender de sus errores, a tolerar el fracaso, a gestionar su rabia, a expresar su disgusto ante lo que no les agrada, a quererse tal y como son.... Pero luego nosotros no seguimos nuestros consejos, tenemos muchos problemas con la gestión de las emociones y con los propios problemas de la vida y somos incapaces de pedir ayuda a pesar de encontrarnos mal y hundirnos cada vez más y más. ¿Por qué?

Parece que tengamos miedo a los psiquiatras o psicólogos cuando simplemente son profesionales de la mente. Profesionales muy necesarios ante la necesidad de alguien objetivo, que no prejuzgue y pueda ampliar nuestra visión ante determinados problemas ayudándonos con nuestras carencias o mala gestión emocional.

Y ¡NO es estar loco!! De hecho, es estar de lo más cuerdo. Cuando vemos a alguien haciendo deporte pensamos que es alguien sano, que cuida su cuerpo, que eso está genial, etc. pues igual con la cabeza. Hay que cuidarla y entrenarla siempre, con buenos hábitos y, a veces, con ayuda externa.

Cuidar de la mente es cuidar de uno mismo. Y si para ello se necesita medicación, se toma, sin problemas. Al igual que un hipertenso toma pastillas para solventar su problema y nadie opina sobre ello ni cuestione el por qué. Pues con la salud mental sucede lo mismo.

Desterremos esa fobia a la medicación ansiolítica o antidepresiva porque no interviene la fuerza de voluntad, ni se hace por gusto, si no más bien por necesidad.

Un principal problema es nuestro frenético ritmo de vida, que nos lleva al estrés, ansiedad y a la depresión. A día de hoy, disponemos de escaso tiempo y en muchas ocasiones de indignantes recursos económicos que repercute en nuestro estado anímico. Esto, unido a nuestra pésima gestión emocional y al mal aprendizaje inculcado de ocultar lo malo que nos sucede, acaba haciendo que nos sintamos culpables y frustrados por no poder llegar a todo.

Y es normal encontrarse de vez en cuando mal. Es normal estar a veces triste y sobrepasado por las circunstancias. Es normal flaquear en algunos momentos. Eso no nos hace ni menos fuertes ni incapaces. Para nada. Nos merecemos y debemos estar bien, y si para ello hay que ir a un especialista, pues se va.

YO CUIDO MI SALUD MENTAL ¿y tú?