Una madre contratada como “vientre de alquiler” ha rechazado abortar con 16 semanas de gestación,
a pesar de una afección
cardiaca congénita del bebé.
La mujer, residente en el Estado de Texas (Estados Unidos), decidió no
abortar al bebé, entre presiones de los médicos para que lo hiciera.
Finalmente, el hijo recibió una cirugía que le salvó la vida.
Los padres que la contrataron para la gestación subrogada se niegan a
pagar los costes médicos.
También eran partidarios de que la joven abortase.
La mujer consiguió la intervención de la Oficina del Fiscal del
Distrito del Condado de Dallas y de la Oficina del Procurador General de
Texas.
El bebé nació por cesárea, y los padres que la contrataron aceptaron
someterlo a la operación quirúrgica que le salvó la vida.