¿Habéis visto que fácil es eliminar estas barreras en nuestro hogar? Las barreras físicas en entornos naturales cuesta muchísimo más derribarlas. Y yo pensando y pensando creo que en nuestra vida peleamos con todo tipo de barreras, barreras más difíciles de demoler, como las barreras comunicativas que impiden en muchas ocasiones que nos podamos relacionar adecuadamente.Comunicación, preciosa palabra. Comunicar pensamientos y emociones utilizando palabras al hablar y al escribir, e incluso llegamos a utilizar nuestro cuerpo para expresarnos. En definitiva, la comunicación es el proceso que nos permite transmitir y recibir mensajes que circulan de un lado a otro, a través de un canal. Por ejemplo en la comunicación escrita por medio de correos electrónicos.
Barreras semánticas.Relacionadas con el significado de las palabras. Impiden que no entendamos una palabra, una frase o un discurso. El receptor no entiende el mensaje correctamente. A veces utilizamos una palabra con una acepción que no le corresponde y se produce un cambio de significado, una barrera.Barreras psicológicas.Los estados emocionales de emisor y receptor pueden alterar el mensaje. Seguro que os ha pasado que según la simpatía que le tengáis al emisor o receptor recibís un mensaje con o sin rechazo, y los prejuicios crean una gran barrera en la comunicación.Barreras fisiológicas.Ciertas alteraciones fisiológicas del emisor o receptor pueden distorsionar el lenguaje. Por ejemplo: somnolientos, confusos, ebrios...Barreras físicas.Todas aquellas circunstancias del medio que dificultan una clara comunicación. Puede ser ruido, distancia excesiva entre los interlocutores, falta de luz...Barreras administrativas.Las que tienen que ver con los canales para transmitir el mensaje. Para que quede más claro pensad como barrera una sobrecarga de información, pérdida de información, falta de planificación...No siempre es fácil detectar estas barreras y tampoco es fácil superarlas. Por ello tanto el emisor y el receptor deben esforzarse. Yo os aconsejo que antes de seguir con vuestro discurso comprobéis que se está entendiendo, que preguntéis de forma directa y que empaticéis con vuestro interlocutor.