A.G.Howard, 247 páginas, Oz Editorial/Lecturalia.
Esperé por mucho tiempo este libro, y sé que pude haberlo comprado pero bueno, no se dio la oportunidad y apenas acabo de conseguir empleo. Me tardé un poco en escribir la reseña, creo que me faltaba ese momento de inspiración, pero aquí estoy.
Como ya leí los tres libros que componen la saga Susurros, estaba muy impaciente por saber qué sucedía después, ya que hubo muchas cosas que se omitieron, más que nada por querer acortar la historia y darle un final épico. Así pues, no sé si los fans la hayan persuadido de escribir, o si haya sido decisión de ella.
El libro está compuesto de cuatro partes, pero yo estaba impaciente por leer la tercera y última, pero quise esperar y dejar lo mejor para el final, por lo que inicié con el primero, el chico de la telaraña, que me pareció el más aburrido, es narrado por la madre de Alyssa, recordando cómo conoció a su esposo, además de unos retazos de escenas de cuando conoció a Morfeo. Después continué con La polilla en el espejo, que me pareció más tedioso aún, e incrementó mi desesperación, esta parte ya había tratado de leerla hace unos años, porque en Estados Unidos se publicó un libro con estas observaciones narradas desde la perspectiva de Morfeo, en el cuerpo de Jeb.
Cuando llegué a la tercera parte: Mortalidad, no pude creer cuánto había extrañado a los personajes, porque no es lo mismo leer un relato corto de la madre de Alyssa, yo quería leer a la reina de las profundidades. Pero me sentí un tanto perdida, pues hace más o menos tres años desde que leí el primer y segundo libro, y dos desde que leí el tercero, por lo que mis memorias no estaban muy frescas y cuando leía un mini recuento, me quedaba con cara de...
Así que,para cuando llegué a este capítulo, me invadió por completo la nostalgia, no recordaba cuánto había extrañado a los personajes, y aunque ya había leído un poco de ellos en los capítulos anteriores, la manera de narrar de Alyssa me gustó muchísimo, pues es lo que le dio drama y añadió todos esos sentimientos que ella sentía mientras relataba lo que muchos estábamos impacientes pos descubrir.
Yo no estoy acostumbrada a releer libros, pero creo que lo volvería a hacer, solo por conservar ese sentimiento conmigo.
Pero tengo que admitir que en Eternidad, cuando Alyssa y Morfeo ya están juntos en el reino de las profundidades...no me gustó tanto, o sea lo que le daba drama y emoción era la fricción entre el chico alado y Jebediah, y aunque haya odiado mucho a este último, aunque haya estado del lado de Morfeo, sigo pensando que Jeb se lleva gran parte del protagonismo, en lo que respecta al amor y adoración de Alyssa.
Les juro que no se arrepentirán de leer este libro (al menos no la tercera parte, como ya repetí algunas veces), te hace viajar a la vejez, a los momentos más felices, tristes, te hace añorar la frescura de la juventud, y sobre todo, nos deja una enseñanza muy importante: a vivir plenamente cada día, sin importar lo que pueda suceder mañana.
Londres.