Llegamos muy temprano a Salzburgo y dejamos el coche aparcado en un parking que tenían acondicionado para los visitantes de la ciudad. Pronto nos pusimos en marcha, dirigiéndonos hacia el castillo que se veía desde lejos. El tesoro irrepetible que representa el casco antiguo de Salzburgo, es una verdadera joya arquitectónica con sus muchos estilos arquitectónicos, que se conservan gracias a las estrictas medidas de protección.
Nuestra primera parada fue en el Palacio Mirabell con sus preciosas vistas de sus jardines, son jardines abiertos al publico, ubicados en area muy centrica. Hermoso diseño, colores, y muy cuidado donde se filmaron escenas de la película ” Sonrisas y lagrimas“. Muy bien cuidados, con canteros de flores multicolores y hermosas estatuas. Buenos lugares con asientos para descansar un rato y luego seguir disfrutando y haciendo fotos.
Después de disfrutar un buen rato de los jardines seguimos nuestro recorrido y llegamos al rio Salzach, lo atravesamos por el puente y llegamos a la zona antigua de tiendas. Todo el Casco Antiguo (donde se encuentran también las calles Getreidegasse, Judengasse y los tradicionales pasajes) estaba repleto de pequeñas tiendas que hacían las delicias de todos nosotros. Aquí encontramos tiendas tradicionales, establecimientos de importantes cadenas interna
La calle posee tiendas con letreros de hierro forjado, a veces en parte durados y que tienen su origen en la Edad Media, en aquella época muchas personas eran analfabetas y necesitaban orientarse por un lenguaje de signos más visual.
Ya teníamos hambre y decidimos comer unas salchichas en un sitio ambulante que estaba muy transitado, así probamos la gastronomía del lugar.
Seguimos paseando y llegamos al la plaza Mozartplatz donde tienen puesta una estatua del mismo Wolfgang Amadeus Mozart, junto a ella una bonita fuente. Si miras hacia arriba de la plaza verás una torre que cuenta con un Glockenspiel del siglo XVII, un histórico reloj musical que aún hoy repica tres veces al día. Nos unimos al resto de turistas e hicimos fotos del reloj con la montaña Mönchsberg al fondo. Al lado visitamos toda la zona de la Residenzplatz, una gran plaza pública en el centro del casco antiguo de Salzburgo. Los dos palacios de Residenzplatz son magníficos ejemplos de arquitectura barroca y renacentista, y la propia plaza en un importante lugar para la celebración de eventos culturales. Este plaza central de Salzburgo fue diseñada a finales del siglo XVI. Estaban preparando una gran cantidad de sillas porque por la noche había festival de música, y justo los soportales estaba situado un gigante ajedrez donde la gente de allí hacían sus partidas.
El punto fuerte de la plaza es la distinguida Residenzbrunnen (Fuente de la residencia). Esta es la fuente más grande de Salzburgo y podrás reconocerla como fondo en escenas de la película de 1965 Sonrisas y lágrimas. Las complejas esculturas de caballos, delfines y el atlas son obra del artista italiano Tomasso di Garone. Cada lado de la Residenzplatz es un punto de interés histórico de Salzburgo. En el lado oeste, encontramos la Residenz, un majestuoso palacio que data del siglo XIII.
Después decidimos subir al castillo para ver las vistas desde arriba ya que nos dijeron que no nos lo podíamos perder. A media subida, con el carro de la niña, se nos puso a llover y por suerte encontramos un techo cerca de la fortaleza. Descansamos allí y mientras paraba de llover aprovechamos a ver esas vistas tan bonitas que nos habían chivado y las retratamos en fotografías.
Al fin llegamos a la Fortaleza Hohensalzburg, construida en el año 1077 por el Arzobispo Gebhard y ampliada durante el arzobispado de Leonhard von Keutschach (1459-1519), la Fortaleza Hohensalzburg es la mayor de Centroeuropa conservada en su totalidad. En toda la historia de la Fortaleza Hohensalzburg, jamás ningún enemigo consiguió conquistarla por completo. Nosotros al final se nos hacía tarde y decidimos bajar a buscar el coche, teníamos un buen camino hacía el Parking.