Principios del otoño de 1293
Había apostado y había perdido, sí. Es cierto que siempre supe exactamente el riesgo al cual me exponía, y las escasas bazas que contaban en mi haber, y a pesar de todo había tomado la decisión: pero eso no me consolaba de mi situación actual. Y es que la estampa que en aquellos momentos yo ayudaba a componer debía de ser, sin duda, una de las más patéticas de mi vida: me hallaba atravesando los Pirineos, cabalgando a mujeriegas sobre una acémila de mohíno y enfermizo aspecto (que se volvía a mirarme con aire displicente cada vez que intentaba arrearla), asediada por indómitas y cargantes moscas que se resistían a aceptar que ya habían acabado los días estivales, y embutida en un vestido propiedad de Elvira que, debido la disparidad existente entre nuestras respectivas figuras, me sentaba como una patada en el culo, apretándome en algunos lugares y ensanchándose en otros (no esperéis detalles al respecto); y, por si fuera poco, me habían atado de pies y manos, con lo cual mi capacidad para afianzarme en la montura si a la bestia le daba por alterarse era bastante limitada, y ya me veía dando con mis huesos en el barro para que el ridículo de mi imagen subiera algunos enteros, si es que tal cosa era posible aún: claro que había que reconocer que la susodicha no estaba para muchos trotes, y aún para menos galopes, y que a mi lado contaba con la siempre vigilante compañía de Sancho, mi guardián personal, que me miraba con una especie de arrepentimiento, como si fuera el principal esquirol en un huelga contra un modelo económico de en marzo? ¡Los mantendré informados ante cualquier novedad!
Demasiado real para la realidad y demasiado perturbadora para la ficción”, en fin hay algunos que no tienen abuela.El comienzo de la película quizás sea su mejor parte, un avión comercial sufre un accidente y acaba estrellándose en medio de la nada, y es que los momentos en los que el avión sufre turbulencias y esta a punto de caer son los únicos que consiguen crear un poco de tensión.
A partir de aquí descubriremos que el avión se ha estrellado cerca de un área protegida por el gobierno en donde se realizan extraños experimentos con unos seres a los que todos dábamos por muertos hace miles de años, los dinosaurios.
Poco que destacar de una película que no aporta nada nuevo, no entretiene y no consigue sorprender al espectador con sus “inesperados” dinosaurios.