A falta de un mes para que se conozca oficialmente, el Samsung Galaxy S7, posible próximo buque insignia de la marca surcoreana, podría reforzarse de una serie de características que se prescindieron en el actual modelo, Galaxy S6, como la capacidad de resistencia al agua y el regreso de la ranura para tarjeta microSD.
Según los rumores que discurren en foros de internet y medios especializados, la nueva propuesta de la firma surcoreana en el campo de la movilidad será continuista en lo estético, pero ahondará en prestaciones y características más avanzadas, siguiendo así la inercia instaurada en cada generación.
Con un chasis de color oscuro, el nuevo terminal incorporará, si atendemos a las filtraciones de un empleado de la cadena de montaje de la que se hace eco «GSMArena», un sensor fotográfico Britecell -en lugar de la tecnología Isocell- de 12 megapíxeles, que sería capaz de absorber más iluminación que los sensores actuales en detrimento del tamaño de imagen.
Con presión de los dedos
El Galaxy S7 mantendrá, a su vez, el característico botón Home situado en la parte posterior de su pantalla, cuyo tamaño será de 5.1 pulgadas Amoled y con una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles. Incluso se habla de integrar la tecnología Force Touch, que responde a la presión de los dedos y que inauguró el pasado año el iPhone 6S y que abre, a su vez, una nueva forma de interactuar con las pantallas.El grado de protección IP67 de la que se habla permitirá, además, que sea resistente al agua y polvo en algunas condiciones como la inmersión durante un periodo de tiempo de media hora. A vueltas con el procesador escogido, se ha filtrado que podría incluso incorporar un modelo de Qualcomm (Snapdragon 820) o el desarrollado por la propia compañía (Exynos 8890) con 4 GB de memoria RAM, lo que lo convertiría en uno de los «smartphones» más potentes sobre el papel, es decir, en función de las características, aunque los guarismos no implican, como ha quedado demostrado en numerosas ocasiones en los llamados test que analizan el rendimiento («benchmark»), que sea más potente que otro.