San Asensio, vino bajo tierra
Debajo de nuestros pies todo está hueco. El subsuelo del barrio de las bodegas de San Asensio es una especie de queso gruyere lleno de más de 300 cuevas – o calados- que se han utilizado durante siglos para producir vino. La mayor parte de ellas están abandonadas y poca gente continúa con este sistema, sin embargo hay supervivientes que se aferran a la tradición y que hacen por recuperarla, entre ellos Bodegas Lecea.
Un poco de historia
En el siglo XVI, en el Barrio de las Bodegas ya había cientos de bodegas familiares, cada una con su propio calado. Aquí, los pequeños agricultores elaboraban vino con las uvas de su cosecha. Era una manera de sobrevivir ya que vender la uva, una actividad estacional, no les aportaba suficiente dinero y elaborando su propio vino obtenían beneficios durante todo el año. Es decir, que no eran bodegueros, sino agricultores con viñedos que sacaban un rendimiento mayor de sus cosechas.
Barrio de las bodegas, San Asensio
Bajamos al calado
El calado es una cueva que mantiene la temperatura constante, a 13ºC y que aporta la humedad ideal para conservar el vino. Los sistemas para producir vino han ido cambiando con el tiempo y, aunque antiguamente el vino se almacenaba en barricas, hoy en día se utilizan unos depósitos de hormigón mucho más modernos. Sin embargo, en el interior del calado se conservan algunos de los elementos tradicionales y es posible ver los primeros depósitos de hormigón construidos en el siglo pasado con placas que informan de su capacidad (en cántaras) y el nombre del viñedo de donde venía la uva.
También bajo tierra se puede ver las chimeneas -lumbreras- que se utilizan para extraer el anhídrido carbónico generado con la producción del vino. En la calle también se ven estas chimeneas y las montañitas de tierra que se hicieron al extraer la tierra del interior de la bodega.
Calados en San Asensio
Antiguo cartel en los calados
Corazón de Lago, un vino con el sabor de antaño.
Una vez al año, en octubre, es posible ver cómo elaboran el vino tal y cómo se hacía antiguamente. En una jornada de puertas abiertas, recrean la manera de hacer el vino hace décadas. Utilizan un lagar antiguo, pisan la uva de manera tradicional y se prensa con el trujal de mano. El resultado es un vino que, dicen, sabe como sabían los caldos.
Interior de las Bodegas Lecea
San Asensio
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San Asensio barrio de las bodegas vinos de la Rioja 2015-03-26 Paula Mayoral