Pregunta: Te importaria poner algo de este santo? Me gustaria que se le conociera un poco mas.
Respuesta: Pues no, no me importa, y me parece bien que alguien se preocupe porque se conozcan santos tan importantes y no muy conocidos, al menos a nivel popular.
San Claudio La Colombière, presbítero jesuita. 15 de febrero.
Claudio nació en 1641, en San Sinforiano de Ozon, localidad perteneciente a Lyon. A los 17 años entró en la Compañía de Jesús y desde el noviciado ya participó activamente en las misiones populares llevadas a cabo por su Orden en Avignon y Lyon. Ya religioso profeso, con licencia para predicar, mostró sus dotes de oratoria y sensibilidad para acercarse a las masas, cristianas en el alma, pero un tanto distantes de la fe por causas políticas o morales. Estudió la teología en París durante los cuatro años preceptivos. Fue amante de la santa obediencia, hasta la más mínima norma, no haciendo nada sin consultar a su superior y a su confesor. Sin embargo, este voto de obediencia no le convirtió en una persona dependiente ni apocada, sino todo lo contrario: estando seguro del beneplácito divino, manifestado en sus superiores, se lanzaba con mucho ánimo en sus empresas misioneras u obras escritas.
Fue enviado a Paray le Monial en 1675, donde desarrolló una gran actividad apostólica en la universidad, colegios, la parroquia y los conventos, fundó cofradías o asociaciones piadosas y cartitativas. En esta ciudad conoció a Santa Margarita María de Alacoque (16 de octubre), a la que se unió en un profundo amor espiritual en Cristo. Ya sabemos que Margarita era la “confidente del Sagrado Corazón”, lo que la situó en un verdadero calvario por parte de sacerdotes, las monjas y algunos nobles, que no veían con buenos ojos esa devoción “moderna” al corazón carnal de Cristo (en origen la devoción hacía énfasis en el órgano de carne), ni se propagase su imagen. Todos dudaban de ella, lo cual es lógico: los seres humanos, y la Iglesia, temen lo novedoso, lo que desconocen y puede cambiar conceptos. Tanbién hay que considerar la Francia de la época, renuente a movimientos y devociones nuevas. Reciente estaban los hechos de las cistercienses de Port-Royal, que finalmente desembocó en condenas de las monjas y sus seguidores. Claudio mismo fue un luchador constante contra el jansenismo extendido por toda Francia.
Entonces, Claudio, oyendo a Margarita, confesándola y dirigiendo su espíritu, determinó que aquello no era obra del demonio ni de la devoción de Margarita, sino que procedía verdaderamente de Dios. Ambos diseñaron la imagen (que no es la que conocemos hoy) del Corazón de Cristo y se convirtieron en apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús: ella en el claustro y él en el púlpito. Los jesuitas recogieron este ejemplo y se hicieron fuertes propagadores de la devoción al Sagrado Corazón (1).
En 1676 fue enviado a Inglaterra como director espiritual de la Duquesa de Cork, católica. Fue una época difícil porque no renunció a su apostolado, lo que al final le valió la cárcel. Era totalmente prohibido predicar en la Inglaterra protestante. Estuvo a punto de morir en la cárcel, pero se hicieron gestiones y fue liberado y repatriado a Francia. No se repuso de la cárcel y murió el 15 de febrero de 1682, sin llegar a ver su sueño: la festividad del Sagrado Corazón, celebrada por primera vez en Paray-le-Monial en 1686. Fue beatificado en 1929 y canonizado en 1992.
(1) el tema de la devoción, historia e iconografía del Corazón de Jesús merece artículos aparte, no caben aquí.