Según una leyenda francesa, los dos hermanos procedían de una distinguida familia romana. Se convirtieron al cristianismo y huyeron de Roma en dirección a Soissons, Francia, a causa de la persecución del emperador Diocleciano. Allí aprendieron el oficio de zapatero. De día predicaban el Evangelio y de noche confeccionaban zapatos gratuitamente para los pobres.