En Roma el santo visitó los sepulcros de los santos apóstoles y veneró otras santas reliquias. Visitó al papa San Benedicto II (8 de mayo), que le encomendó predicar y misionar en la Ciudad Eterna. Al cabo de un tiempo, la leyenda dice que un pez fue capturado en el Tíber y en su vientre se encontró una llave. El santo lo supo, comprobó que era la de su cadena y vio en ello la respuesta de Dios acerca de que sus pecados eran perdonados, y se quitó las cadenas. Volvió entonces a Inglaterra, se reconcilió con el rey Kenred, y ambos fundaron la abadía de Santa María de Evesham. Por segunda vez fue a Roma con el rey Kenred y con Offa, rey de los sajones del Este. A su vuelta, falleció 30 de diciembre de 717 y fue enterrado en el monasterio de Evesham. Su memoria se celebra a 11 de enero, festividad de la traslación de sus reliquias.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen I. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 11 de enero además se celebra a Santa Cesárea de Arlés, abadesa.