San Erik de Suecia

Por Santos

Pregunta: Primero que todo, felicidades por este espacio tan bueno, esta genial y muy útil. Mi pregunta es acerca de San Eric, también conocido como Eric IX de Suecia. Lo vi una vez en un santoral muy viejo, pero no se mayor cosa de él, sólo que nunca fue canonizado por Roma, aunque es el Santo Patrono de Estocolmo. Tienes alguna información acerca de porque nunca fue canonizado o más detalles de su vida? Muchas gracias. Costa Rica.
Respuesta: Hola, gracias por lo que dices del blog, como digo siempre, se hace lo que se puede: los colaboradores, los que comentan asiduamente y yo mismo. Nos alegra que te guste. Y paso a tu santo patrón:
San Erik Jedvarsson IX de Suecia, rey y mártir. 18 de mayo y 10 de julio(junto a Santos Canuto de Dinamarca y Olaf de Noruega, reyes).
En su vida se entremezclan historia y alabanzas piadosas. Erik descendía de nobles suecos, recibió una sólida educación, al parecer bastante adelantada para su época (siglo XII). Se casó con Cristina, hija del rey Ingo IV de Suecia. Después de la muerte de su suegro fue elegido rey de Suecia en 1150. A pesar de su riqueza y poder, jamás se olvidó de su fe, acrecentada con la oración y el ayuno frecuentes. Sacaba tiempo de sus obligaciones para socorrer personalmente a los pobres y enfermos, tendía las peticiones de los desamparados, a los pobres bajó los impuestos al grano, en tiempos de carestía. Por todas estas cosas se le llamó "Padre y Servidor" de su nación. Escribió un compendio de leyes, basadas en valores cristianos, cuyos fundamentos aún permanecen en las legislaciones modernas. Por ello se le llama "Erik el Legislador".
En repetidas ocasiones, Suecia era amenazada por las incursiones de los finlandeses, todavía paganos, con los que se veía obligado a entablar duras batallas (y los nórdicos siempre se han caracterizado por su fiereza) con estos vecinos pesados, dispuestos a invadir Suecia. En una dura batalla en 1155, fue herido, pero sin embargo, al contemplar tantos muertos del bando enemigo se comprometió a cristianizar aquel pueblo. Al poco tiempo envió a su amigo, el obispo San Enrique de Upsala (19 de enero), para ganar a los finlandeses al cristianismo, y de ese modo calmar a aquellos beligerantes. Una buena maniobra política, sin duda.
Pero… y siempre hay uno, Erik era ridiculizado por su vida piadosa y austera; además, alguno pretendía el trono sueco: el príncipe Magnus de Dinamarca, que se puso a la cabeza de un grupo de sicarios para acabar con la vida de Erik. El 18 de mayo de 1160 (viernes posterior a la Ascensión) le llegó un mensaje de semejante pandilla que quería verlo en la iglesia, a lo que Erik respondió que sería suyo al salir del templo. Así fue, al salir, se acercó a ellos, hizo la señal de la cruz e impidió que escolta y pueblo se acercara a defenderlo, para evitar un cerramiento de sangre. Se acercó solo a Magnus, que con sus seguidores lo derribaron del caballo y lo mataron de un golpe en la cabeza.
Su tumba está decorada con un relicario de oro que se venera todavía en la Iglesia mayor de Uppsala. Fue patrón de Suecia hasta la reforma protestante. Su imagen más antigua data del siglo XIII y su iconografía es bastante común a la de otros santos reyes: corona, manto, orbe, cetro, caballo, etc.
Pero también tienes a San Erik "Plovpenning" de Dinamarca, rey, terciario franciscano y mártir. 9 de febrero y 10 de agosto.
Nació en 1216 y reinó desde 1241 a 1250. Ya adulto se unió a la Tercera Orden San Francisco. El apodo "Plovpenning" se lo ganó al recaudar un penique por familia para una guerra contra Estonia que no llegó a suceder, puesto que Dinamarca estaba bastante dividida entre sí, como para unirse para guerrear. Su misma familia tenía luchas internas: dos hermanos suyos aspiraban al trono. En una visita que hizo a su hermano Schleswig fue capturado y asesinado. Desde entonces, se le consideró mártir. Su tumba se encuentra en Ringsted, Copenhague.
Ninguno de estos dos santos (y unos cuantos más) no fueron canonizados nunca porque el proceso de canonización se introdujo lentamente en la Iglesia. Aunque existía desde al menos el siglo X, los cultos locales florecieron largo tiempo antes que Roma dictaminara, en algunos casos ni siquiera lo hizo jamás. En otros bastaba con confirmar el culto. El mejor ejemplo, que siempre pongo, es Santa Rita, una enorme devoción y solo recibió confirmación de culto en 1900. Los mártires, o tenidos por tales, eran rápidamente venerados por los pueblos y cuando la Iglesia intervenía era generalmente para confirmar la creencia del pueblo.