Porque yo lo empiezo con mucha energía y alegría pero los últimos días y estando currando, ya me van sobrando.
El cuerpo no me aguanta como antes y no me libro de un resfriado completo, un cansancio total y una falta de sueño considerable.
Ya me apetece recuperar mi ritmo de vida normal y recuperar también mi ciudad con su ritmo habitual.
No obstante, cuando mañana vea quitar el vallado después del último encierro, me entrará una especie de congoja y de tristeza e inevitablemente pensaré que ya falta menos para volver a vivir nuestros momenticos el año que viene.
¡Viva San Fermín!