San Isidro, los políticos celebran el “género chico”

Publicado el 16 mayo 2018 por Alberto Garcia @ensurincon

Un plato bizarro

Están todos en la Pradera de San Isidro, travestidos por un día en chulapos y chulapas. Ellos con el safo, la babosa, la mañosa, los calcos, los alares, la parpusa y el grabriel de pata de gallo, con un clavel en la solapa y dos bolsillitos para guardar el reloj o mejor para descansar los pulgares. Ellas con su mantón de Manila, el vestido chiné y el pañuelo blanco en la cabeza adornado con claveles blancos o rojos. Una "zarzuela" de políticos para paladares de gustos variados. 

Sentados en césped de la Pradera beben agua embotellada o en botijo, claras con limón, una refrescante "limoná" o un tinto de la región. Disfrutan de unas sabrosas gallinejas, unos entresijos, un cocido, bocatas de calamares y pinchos de tortilla. De postre toca rosquillas del Santo "tontas" o "listas" y barquillos.
Los más atrevidos se marcan un chotis, los más bizarros gritan "Agua azucarillos y aguardiente" y los más comedidos sonríen resignados, preocupados por las encuestas. Estas celebraciones populares, este género chico que hermana a los políticos con el pueblo llano, sus comidas, sus bebidas y sus bailes, es de agradecer que se celebre solo una vez al año...
De agradecer por nosotros y por ellos.