Cuando se haya calentado el aceite lo ponéis a freír un par de minutos por cada lado y ya está listo para comer. Como ocurre con otras comidas lo podéis comer en el momento en el que lo cocináis o más tarde, por lo que es una buena opción si te lo quieres llevar para una comida informal en el campo.
Hoy toca otra receta para los peques de la casa. A la mayoría de los niños les encantan los San Jacobos y como suele suceder en estos casos muchas veces los compramos congelados para que cuando lleguemos a casa sólo tengamos que freírlos. Sin embargo, si pensamos un poquito nos damos cuenta que es un plato muy sencillo de cocinar y que está mucho más rico si lo elaboramos en casa, que si compramos congelado. Ingredientes:- 4 lonchas largas de jamón york u 8 lonchas de las cuadradas.- 4 lonchas de queso para sandwich o tranchetes.- 2 huevos.- Harina.- Aceite de oliva virgen extra.- Pan rallado.- Sal y finas hierbas. Elaboración: Lo primero es separar las lonchas de jamón york si son de las alargadas, simplemente tenéis que meter la loncha de queso entremedias del jamón, si es de las cuadradas tenéis que poner una loncha de jamón york, una de queso y otra de jamón york si tenéis miedo de que el San Jacobo se desarme lo mejor es ponerle unos palillos. Una vez que tenemos todos los san jacobos listos, ponemos en una sartén a calentar aceite y comenzamos el rebozado. Lo primero es pasarlo por un plato con harina, luego por el plato en el que habremos batido los dos huevos y por último por pan rallado al que habremos añadido sal y finas hierbas para darle más gusto. Lo podéis rebozar una vez o dos, eso va en función de gustos.
Cuando se haya calentado el aceite lo ponéis a freír un par de minutos por cada lado y ya está listo para comer. Como ocurre con otras comidas lo podéis comer en el momento en el que lo cocináis o más tarde, por lo que es una buena opción si te lo quieres llevar para una comida informal en el campo. Tiempo de preparación: 20 minutos.Gasto: 3 euros.Raciones: 2 raciones.Dificultad: Fácil
Cuando se haya calentado el aceite lo ponéis a freír un par de minutos por cada lado y ya está listo para comer. Como ocurre con otras comidas lo podéis comer en el momento en el que lo cocináis o más tarde, por lo que es una buena opción si te lo quieres llevar para una comida informal en el campo.