Fue, además, un obispo observante y austero, poco dado a los lujos y la vida disipada, como otros. Estuvo muy activo en la reconstrucción de la sede, y en su evangelización. El emperador Otón el Grande tuvo en Lantpert un aliado en el conflicto de las Investiduras, que luego se agravaría, pero ya Lantpert no vivía. Nuestro santo murió en 957. Sus reliquias se veneran en Freising.
A 18 de septiembre además se celebra a
San José de Cupertino, religioso franciscano.
San Ferreol de Vienne, soldado mártir.