Llegó el desahogo. Por fin todo San Lorenzo puede respirar con tranquilidad. El camino para evitar el descenso se le hizo más difícil de lo que creía. Cuesta pensar que hace tan solo una semana estaba prácticamente descendido. Cuando perdía 0-1 con San Martín de San Juan, parecía que toda ilusión se iba esfumando. Sin embargo, dio vuelta el resultado y llegó a la Promoción con Instituto.
El 2 a 0 en Córdoba de la semana pasada le había dado medio boleto de la ‘A’. Sin embargo, aún faltaba la vuelta en el Nuevo Gasómetro y en el Ciclón estaban todos muy cautos. Más allá de eso, sabían que el objetivo de salvarse estaba casi cumplido. Para que suceda lo peor, el equipo cordobés debía ganar por tres goles, algo que parecía difícil.
San Lorenzo mantuvo la categoría luego de un semestre dramático.
El gol de Diego Lagos le puso algo de suspenso al final del encuentro, aunque no parecía incomodar demasiado al conjunto de Ricardo Caruso Lombardi. Finalmente, llegó el penal que Néstor Ortigoza cambió por gol para liquidar la serie y sellar la permanencia de San Lorenzo en la Primera División.
Después de un semestre durísimo, que tuvo en el medio la ida de Leonardo Madelón, la llegada de Caruso, miles de polémicas, peleas mediáticas (Fabián García-Caruso), declaraciones cruzadas y otras cosas que no ayudaban al contexto, el Ciclón puede descansar tranquilamente. Al menos por unos días, hasta que comience la pretemporada y se proyecte el próximo torneo.
Más allá de este desahogo, en Boedo saben que no pueden descuidarse en el promedio. La temporada que viene los tiene obligados a seguir sumando para no sufrir tanto. Claro está que esta Promo les sirvió para estar más atentos. Se dice que de los errores se aprende, es cuestión de tiempo para saber si San Lorenzo aprendió la lección.
“Esto es la felicidad de la tarea cumplida. Sigan matándome, es una doble alegría”, expresó un Caruso más que contento, luego del partido.
Los goles