A su muerte, en 390, sus vecinos, convencidos que era un santo, veneraron su sepulcro. Sus reliquias fueron trasladadas a la abadía benedictina de Poussay. En la Revolución Francesa el relicario fue destrozado, pero los huesos habían sido puestos a salvo antes. En 1830 fueron llevados a Puzieux.
A 3 de octubre además se celebra a
San Gerardo de Brogne, abad.
Santa Romana de Beauvais, virgen y mártir.