Revista Cultura y Ocio

San Rodrigo de la Calle. Historia de una peregrinación y posterior éxtasis religioso

Por Sylvietartan

Queridos lectores, hoy voy a desnudar mi alma (lo siento chicos, el cuerpo lo dejamos para otro ocasión) porque me resulta imposible dejar de relataros una experiencia mística acontecida hace unos días.  ¿Se me ha aparecido la Virgen? Casi. ¿He logrado comunicarme con algún santo? Puede ser. ¿Me ha poseído un demonio y he sido exorcizada en contra de mi voluntad? Tal vez. Y es que el éxtasis quasi religioso, amigos, puede conseguirse sin necesidad de tener una fe que mueva montañas. Basta el pequeño esfuerzo de desplazarse a la meca de la Gastrobotánica, al santuario de los vegetales felices, al edén de las plantas comestibles. ¿Y dónde se encuentra este hermoso lugar? Pues en el real sitio y villa de Aranjuez, a pocos kilómetros de Madrid. Un espacio inolvidable para mi y para mis papilas gustativas que alllí gozaron y retozaron, se elevaron al Cielo y volvieron a este valle de lágrimas con cierta tristeza pero con la alegría de haber sido "tocadas" por un ser superior: el cocinero Rodrigo de la Calle y su restaurante, con estrella Michelín, del mismo nombre.  Ésta, queridos amigos, es la historia de esa vivencia bendita. Amén.

San Rodrigo de la Calle. Historia de una peregrinación y posterior éxtasis religioso.

Vista del Palacio Real de Aranjuez.

Como os decía, el único pequeño esfuerzo que hay que hacer para esta elevación gastroincorpórea es peregrinar a Aranjuez, a tan sólo 47 kilómetros de la capital. Como nuestro espíritu de sacrificio es limitado y nuestro tiempo libre también, en lugar de hacerlo a pie, que habría sido lo correcto, con sandalias y túnica franciscana, nos subimos a unos Jimmy Choo primero, y después a un espectacular Citroën DS3 Racing, de 202 caballos y de estética y mecánica 100 % deportivas. 

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No me ha tocado la lotería, tranquilos, el coche fue cedido por Talleres Castillo y devuelto por Sylvie en perfecto estado (etílico).  ¡Gracias, gracias, gracias!


El cochecito de marras causó bastante revuelo, efecto que preveíamos y que adoramos ¡por supuesto! Algunos viandantes manifestaron abiertamente su intención de hacerse fotos con él e incluso pusieron en duda que el vehículo fuera nuestro. ¿Qué pasa? ¿Qué sólo a los chicos les gusta correr? Ayyyy, qué poco conocéis a las mujeres... Para la puesta en escena, aparte del coche, nos vestimos con prendas ad hoc. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que si vas a un restaurante con estrella Michelín, tienes dos opciones. O vestirte con estrellas o vestirte con michelines. Yo opté por mostrar las primeras y ocultar los segundos.

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En momento "guasap", con vestido de estrellas Petits Hauts de Parasienne, peep toes Jimmy Choo,  bolso Marc Jacobs, gafas Ray-ban.

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Con medallón, no de merluza, sino de oro mexicano. 


¿Y quién es este chico? que diría Madonna en su versión masculina de Who's that girl? Rodrigo de la Calle es un chavalín de 36 años, que ha trabajado en 36 restaurantes de los más prestigiosos (Goizeko Kabi, Mugaritz, L'Hardy...) se ha codeado con los mejores cocineros (Paco Torreblanca, Martín Berasategui...) y se ha convertido, no sin comerlo ni beberlo, sino con su trabajo y talento, en uno de los grandes chefs a nivel mundial. Su invención, la Gastrobotánica, que es la investigación de nuevas especies y el rescate de variedades olvidadas del reino vegetal y su aplicación a la alta cocina, tiene la originalidad de que el vegetal es el protagonista absoluto de los platos. Sólo en alguna ocasión se adereza con elementos de carne o pescado que pasan a un segundo plano. ¿El mundo culinario al revés? ¡Síiiiiiiii!

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Un lujo tener a Rodrigo para nosotras solas explicándonos todo.

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Preciosos tomatones de la Huerta de Carabaña. Absolutamente NADA qué ver con los que compramos habitualmente.

¿Y por qué le dio a Rodrigo por los vegetales? La cosa viene de familia. Tuvo su primer huertecico a los 6 años. En su casa, cuando había que tomar una infusión de manzanilla, recogían directamente las flores del campo y cuando había que lavarse, customizaban el agua con hierbabuena. Los momentos más felices de su vida siempre han tenido una alusión gastronómica y sus padres siempre han estado ahí como referentes. ¡Bravo!

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Bosquecillo aromático.


La Gastrobotánica, os comento, es apta para todos los públicos. ¿Qué quiero decir con esto? Que sí, que si no os gusta mucho lo verde y lo vegetal, aquí os sorprenderéis con los sabores, inéditos en este tipo de materias primas, y con las sensaciones que vais a experimentar. Palabrita de carnívora convencida que utiliza habitualmente sus molares y premolares para deglutir cárnicos como Dios los trajo al mundo, o sea, crudos a ser posible.

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Para tomar unas tapas  tenéis la parte de arriba.

Desde 2007 está en pie el restaurante que comenzó con su famoso Menú Gastrobotánico justo al año siguiente. Sabed que este menú se modifica en cada temporada, con lo cual no lo encontraréis exactamente igual dentro de unos meses. Si queréis zamparos el que os vamos a relatar, ya os podéis ir dando prisa. Pero si optáis por venir más adelante, seguro que habrá otro igual de delicioso.

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Sylvie con el gran Rodrigo. ¡Sueño cumplido! 


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Rodrigo nos contó que con el comienzo de la crisis, en 2008, tuvo, como muchos, dificultades para mantener el concepto del restaurante. A punto estuvo de poner una máquina tragaperras, una televisión y reconvertir la sala en el típico restaurante cañí que sabemos que siempre triunfa en nuestro país. Pero un golpe de merecida suerte truncó este plan B y el restaurante pudo mantener su identidad.

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En el restaurante veréis una vitrina llena de premios, recuerdos procedentes de todo el mundo...

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... regalos de amigos...

Rodrigo fue visitado por uno de los críticos gastronómicos (la mejor profesión del mundo, por cierto) más importantes de España, José Carlos Capel, quien en principio no se inclinó por probar el gran menú que tenía Rodrigo sino que pidió platos de la carta. Cuando ya se iba, Rodrigo le habló del "caviar cítrico" y Capel se quedó intrigado.

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... y hasta un gatito chino con estrella en su pata. Poco después de ubicarlo ahí, le darían la  estrella Michelín.

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¡El preciado Mr. Michelín!

Le pidió que se lo trajera y una cosa llevo a la otra y esto es no es lo que parece, pero nuestro crítico favorito se fue encantado. Publicó una excelente reseña y los comensales comenzaron a venir. A pesar de la situación económica del país, ¡el menú gastrobotánico se había salvado! 

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Rodrigo nos contó ésta y otras muchas anécdotas. ¿Qué deciros de él? Aparte de ser un Artista de la alta cocina, derrocha simpatía y sobre todo entusiasmo exacerbado hacia su trabajo. Esto tiene su justo reflejo en los pucheros. Y es que cuando amas tu oficio, normalmente salen cosas maravillosas de él. 

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Rodrigo, Sylvie y Regina. ¡Gracias, Regi!

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La parte de abajo donde comimos.


Por eso este restaurante fue nombrado "Restaurante Revelación" en 2009 y su steak tartar fue declarado el mejor de España en el año 2011.  Y por supuesto goza de una estrella Michelín oronda, regordeta y en plena vigencia conseguida ese mismo año.

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Aparte de estos galardones, otro detalle que nos fascinó es el "buen rollo" que se respira entre todos los que trabajan allí, cosa que os aseguro, no es muy fácil de ver en los restaurantes de este nivel, donde a veces los nervios y el estrés hacen jugar malas pasadas. Lo peor, que los clientes no damos cuenta de ello. ¡Uf!

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Hechos estos apuntes, vamos con los placeres, no de la carne, sino de los vegetales. Pasamos a relatar el archifamoso menú Gastrobotánico (¡Gastrobotánica Power!) de la temporada otoño 2012, en concreto el Menú Revolución Verde de octubre de 2012. A este menú Cristina de la Calle le aplica el saber de la Geoenología de la que os hablaremos más abajo. ¡Toda una familia de genios!
¡Tachán, tachán! ¡¡¡Comenzamos!!! Aperitivos:
Flor de maíz frita con Ras el Hanout.
Sándwich de mantequilla de cítricos. Las primeras exquisiteces.
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- Ensalada líquida de sandía con vinagreta de mostaza y brotes frescos (homenaje a Martín Berasategui, Maestro de Rodrigo de la Calle). Rico, rico.
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-  Magdalenas de algas con verdolaga y untuoso de jamón ibérico. ¡Uf!

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MENÚ REVOLUCIÓN VERDE. 
-   Tomates “Huerta de Carabaña”. ¡Agárrate los machos!
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-  Consomé gelée, champiñón de París (variedad Portobello), y tabulé. Una délice.
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-  Ensalada verde. Igualita, igualita que las que me hago en casa.

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-  Melón pepino, pepino melón. El pepino ni en rodajas como mascarilla ocular, pues este ¡buenísimo!
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¡¡Quiquiña!!

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"Me llamo Quiquiña y vengo a condimentaros vuestros platos".

-    Endibia asada, untuoso de legumbres, sabiamente acompañada de quiquiña.

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-  El final de la ensalada. Esto es para untar y rebañar con pan. ¡Fuera las normas sociales y complejos! ¡Arriba las sopitas!
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-    Berenjenas tostadas y aliñadas. Aquí nuestro querido cocinero "nos tostó las berenjenas"  que aunque suena a que "nos doró la píldora" o "nos dio la lata", su significado es el literal y nosotras encantadas

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El resultado:
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-  Arroz arborio, remolacha y mollejas. Plato lindo y condimentado con carne.

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-  Tartar vegetal. Pornografía culinaria, diría yo.
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-  Hinojo, pepino y mantequilla quemada. Ummmmmm...

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-  Lácteos y buñuelos vegetales. Riquísimo toque dulce.
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-  Petit Fours: galletas de chocolate caseras y tarta de queso. La tarta en bote cerrado (no entran moscas) y para mezclar contenido.
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¿Café y puro? ¡Casi! Porque todavía no hemos terminado. Nos falta la Geoenología. Cristina de la Calle, directora de sala del restaurante, geóloga e inventora de esta modalidad enológica,  nos contó en qué consiste. Cada uno de los platos que os hemos relatado contiene unos vegetales. Bien. Pues en función del tipo de suelo en el que crecen esos vegetales, Cristina escoge el vino buscando uno elaborado con uvas cultivadas en un suelo de características similares a los susodichos vegetales. El resultado, ¡fantástico!
Gracias a esta filosofía pudimos degustar:
-   D. O. Cava – Bod. Segas Mascaró – Fontallada Brut - Parellada, Xarel-lo, Macabeo  -   D. O. Rias Baixas – Bod. Adega Valdés – Gundián 11 – Albariño  -   D. O. Rueda – Bod. Viña Mayor 10 – Verdejo Fermentación Barrica  -   D. O. Ribera de Duero – Bod. Viña Mayor – Cza. 08 – Tempranillo -   D. O. Cava – Visiega Semi Seco – Parellada, Xarel-lo, Macabeo

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El ejército de botellas preparado para disparar  al grito de la geoenóloga.

Ahora sí, café y puro. Genuflexión y siesta. Y agradecimiento perpetuo al excelso chef y a todo su equipo.
Si queréis tener una experiencia mística similar y muchas ganas de divertiros comiendo, aquí van las claves para conseguirlo:
Reservad mesa en: Restaurante Rodrigo de la Calle. Antigua Carretera de Andalucía, 85. Aranjuez 91 891 08 07 e-mail: [email protected]
Y si queréis tener una experiencia más parecida todavía: comer en un restaurante estrella Michelín + un Citroën DS5 que transporte vuestro body,  la casa de los dos chevrones hasta el mes de noviembre incluido os lleva en ese coche, con chófer incluido, a uno de los restaurantes estrella Michelín que se han apuntado a esta promoción. Más información aquí.
Una propuesta estupenda para comensales gourmet que salimos de los restaurantes demasiado "contentos" y con pocas ganas de conducir.

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Citroën DS5, buque insignia de la línea DS.


Y nada más por ahora, queridos amigos. De nuevo hemos querido relataros nuestras experiencias de placer extremo relatables en público. Esperamos haberos animado a conocer el mundo vegetal en su máxima expresión gastronómica de la mano de Rodrigo de la Calle y haberos dado información útil, buena y no confidencial. Os esperamos en la próxima, ¡¡¡besos y días felices!!!
Sylvie Tartán.


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