Además, el clima político creado tras las últimas elecciones, no es precisamente el mejor cultivo para una fiesta como la que supone este nombramiento y el ejercicio del mismo durante trescientos sesenta y cinco días. El hecho de que la coalición separatista Bildu haya ganado las elecciones hace pensar que se va a utilizar el evento como una forma de propaganda de las ideas separatistas y cercanas a la banda terrorista ETA.
En principio, hay que dar la enhorabuena a San Sebastián, y hay que esperar que todo transcurra por cauces festivos y democráticos. Por supuesto que con la esperanza de que Córdoba, Segovia, Burgos, Zaragoza... tengan su premio en un futuro próximo.